El gobierno a sabiendas de todo el descalabro económico que vivimos en estos momentos, donde el dólar oficial alcanzó los 177 bolívares, y en el mercado negro, está bordeando los 260 bolívares y amenazando con seguir aumentando en los próximos días, con una cesta básica inalcanzable para el pueblo venezolano porque se requieren más de cinco sueldos mínimos para poder adquirirla, con una escasez atroz en todos los rubros y medicinas, apeló a una cortina de humo muy trillada como es el intento de magnicidio y de un golpe de Estado, donde involucraron a dirigentes de la unidad democrática venezolana, esto para desestimular las protestas, para aterrar a quienes exigimos un cambio urgente en la conducción política del país, y lo más triste para crear temor en la población y así no hagan colas interminables para comprar comida y medio subsistir.
Este cuento absurdo del Magnicidio no ha tenido impacto, a pesar de que lamentablemente los órganos que administran justicia, así como todos los poderes del Estado, están arrodillados al gobierno, y no actúan por ética, sino por el mandato de un ignorante funcional como es Nicolás Maduro, quien al parecer actúa por instintos de odio, de iracundia, de resentimiento y de perversión, y desde esa posición ególatra y enfermiza, da órdenes que buscan aniquilar a la disidencia venezolana.
Pero no crea Maduro y los fariseos que hoy están en el poder, que con secuestrar los derechos de los venezolanos, lograrán mantenerse en el poder como cuatreros. Por el contrario, el atropello contra Antonio Ledezma, a quien enjuiciaron en menos de 24 horas; lo que ha ocurrido con Leopoldo López, con Enzo Scarano, con Daniel Ceballos y en horas recientes contra Julio Borges, no sólo ha encendido las alarmas mundiales de que no sólo hoy se vive en Venezuela un modelo hegemónico y autoritario, sino que nuestro pueblo, incluso gente que hasta hoy creían en el oficialismo, rechazan contundentemente estas medidas abusivas que buscan desaparecer las pensamientos y posiciones diversas, y lograr un pensamiento único y por ende una sumisión y entrega total al régimen para que administren sus vidas con miserias, enfermedades, pobrezas y desunión. El pueblo ha despertado y sabe que hay un camino mejor, tal y como establece nuestra Constitución Nacional, esa que a diario pisotean y violentan de acuerdo a la aberración que quieran cometer.
He venido diciendo a lo largo de los últimos tiempos que esta manera de hacer política llegó a su final, porque aquí no se gobierna en función del pueblo, sino de acuerdo a los intereses mezquinos y bastardos de esta nueva oligarquía roja, que valiéndose de un supuesto legado y de una ideología socialista, han llevado a la gente a la ruina y a la miseria en todos los sentidos, incluso han querido acabar con las esperanzas de cambio de ese gente humilde y sencilla, de a pie, que quieren ver crecer a sus hijos y no que sean la estadística roja o el parte policial de los asesinatos que hoy ocurren en nuestra Venezuela.
Todos recordarán que 2014, cerró con 25 mil fallecidos a nivel nacional producto del crimen y la violencia y que lamentablemente el 70% de esas muertes son de nuestros jóvenes que no sólo pierden la vida, sino las esperanzas de tener una vida digna y con oportunidades.
Entonces, mientras el gobierno desvía la atención de lo grave que aquí vivimos, con supuestos magnicidios y planes golpistas, la inflación pasa el 85%. Venezuela se ha convertido no sólo en el país más corrupto del mundo, sino uno de los más caros para vivir, y estas mafias llamadas gobierno, pretenden que la gran mayoría sobreviva con un sueldo mínimo con un dólar diario de ingreso.
Maduro y su combo nos han terminado de sumergir en la total quiebra, cómo es posible que el barril del petróleo esté por debajo de 40 dólares y que cambiemos azúcar, café y papel tualé por nuestras reservas. Ya basta de cometer errores, de manejar al país como una cantina, de legislar en contra de las mayorías, simplemente el pueblo no aguanta más.
Es por ello que en los próximos meses tenemos una oportunidad histórica para cambiar toda esta tragedia por la vía constitucional y pacífica, como son las elecciones parlamentarias. Todo ese descontento, toda esa rabia, todo ese dolor, toda esa indignación transformémosla en fuerzas y esperanzas para votar masivamente por un cambio definitivo en la conducción política del país, donde se legisle en función del beneficio del pueblo, donde las ideas sean un punto de encuentro y no de descalificación, donde se respete la Constitución Nacional, y que tanto los deberes como los derechos establecidos allí, nos rijan a todos por igual.
Pero para llegar a este encuentro de cambio, hoy más que nunca es imperante la unidad de todo aquel que quiere un cambio en el país, y a mis amigos de los partidos políticos los invito a discutir en el marco de la unidad, del respeto, y del objetivo común, cualquier posición o propuesta. No mordamos el peine del gobierno que nos quiere divididos, enfrentados y destruidos, los paños sucios y las discordias se lavan en casa. Yo felicito que desde la Mesa de la Unidad Democrática, ya se haya escogido día y fecha para las elecciones primarias y por consenso para las parlamentarias.No obstante, el gobierno al saberse fracasado en este proceso, hará lo que sea posible para desestimular el voto y tratar de dividirnos con candidaturas compradas. Recordemos que tenemos no solo ante nuestro pueblo sino ante el mundo, una responsabilidad histórica de cambio y de ganar las elecciones parlamentarias. Asumamos el compromiso con fuerza, en unión y en hermandad, sólo así lograremos la patria digna que nos merecemos. Unidad para lograr el cambio Venezuela.
@ismaelprogreso