Es verdad que una gran parte de la población anhelaba poder expresarse en unas primarias. Pero existe otra cara de la moneda, no siempre quien presiona para unas primarias lo hace pensando en la voluntad del pueblo ni en la metodología más democrática, sino en intereses personales a los que se aferran con voces agoreras y un tono estridente buscando implosionar la Unidad.
Por un lado tenemos a aquellos que utilizan la política como negocio, y aunque saben que no tienen oportunidades de vencer a quienes son claros líderes de una región o sector, usan sus candidaturas y la presión por primarias para luego obtener beneficios personales a la hora de negociar su declinación. Candidaturas ficticias que generan mucho ruido pero que se hacen solo con el propósito de obtener prebendas y en muchos casos lucrarse.
De igual forma están quienes usan cargos para impulsarse, son bien conocidos los casos de políticos, que utilizan curules solo como medios que los impulsan en su camino, toda aspiración es válida, pero demuestra una falta de compromiso el hecho de que una persona aspira a un cargo de 4 años para al año, optar por otro, y en dos más aspirar nuevamente, es comprensible que en el último año de gestión los dirigentes piensen en su futuro, pero no iniciando el periodo para el que fueron electos ¿Cuántos curules se perdieron la AN por las inconsistencias y los cambios de horizontes? Esta conducta viene por la presunción de que los liderazgos se construyen solo desde un cargo. Y por eso vemos aspirantes a cargos que no les interesan solo por el hecho de ostentar una investidura, truncando así aspiraciones de personas que si quieren esos cargos para ejercerlos a cabalidad.
El Mahatma Gandhi una de las personalidades más influyentes del siglo XX ocupó nunca, ni antes ni después de la independencia de la India un cargo público, eso es prueba de que el liderazgo no lo hacen los cargos sino el compromiso a luchar por ideales y el amor a un pueblo.
Las primarias son un gran método, pero sobre el método y sobre todo por encima de cualquier aspiración personal está el objetivo superior que no es otro que un Venezuela libre, y de progreso.