El régimen busca y, casi siempre, logra distraernos de lo importante y crucial: la derrota roja. Ésta comienza con el poder legislativo.
El “Golpe Azul” nunca existió y el coronel José Gustavo Arocha, “el testigo estrella”, ya no está siendo torturado en Venezuela. La “declaración anticipada” obtenida como resultado de meses de golpizas, humillación, destrucción psíquica, frío, el olor de la urea y heces de sus verdugos, y otros tratos inhumanos, quedó como el unicornio azul de Silvio.
Ya ni caso fabricado hay contra Ledezma, pero sigue encarcelado. A María Corina Machado aun no la sobreseen y devuelven su curul, aunque sea por vergüenza. Algunos aun dicen estupideces contra Julio Borges, que, si vemos sus miradas, ellos mismos no las creen.
Al coronel Arocha se le debe lo suyo: justicia. La justicia a Arocha comienza con que nos diga la verdad de lo que le hicieron. Las revelaciones de este hombre libre han de producir sismos en lo poco que queda de régimen.
Las elecciones parlamentarias han de ser nuestro centro. Toda nuestra fuerza ha de direccionarse hacia este evento.
A pesar de las fisuras en la oposición, el retardo en la formación de una gran coalición nacional, el culto a la personalidad y a la parte estulta de la opinión pública, el trabajo de cada partido opositor ha rendido sus frutos. Los partidos han ganado territorio geográfico. Esto lo he vivido, no me lo contaron.
La bitácora es clara. Nuestras naves se dirigen a las primarias para luego enrumbarnos a nuestro destino: las elecciones parlamentarias. Navegamos un océano difícil. No podemos naufragar. Intentarán desmoralizarnos. Se llamará a la abstención. Se producirán actos para hacernos dudar. Mantengamos nuestra rectitud de intención.
No será un golpe ni azul ni de estado. Será un golpe a la tiranía reinante en un poder innoble. No será un golpe de suerte, sino de experiencia y esfuerzo conjunto. Será el ejercicio del reducto de libertad y derecho que, aun con obstáculos y trampas, aún nos queda: el voto.
Luchemos por las garantías electorales. Venezolanos, UNASUR, presidentes latinoamericanos, naciones civilizadas, entes globales, ayuden con esto. Deberán ser respetadas las reglas del 2010. No a nuevos circuitos electorales. Cese de la persecución judicial. Libertad de presos políticos y estudiantes. Observación internacional.
Nada ni nadie debe impedir que colectivamente le metamos el dedito ese día… Al pote de tinta, en señal de que ya votamos. ¡Nicolás! El golpe no es azul. Es morado.
@massone59