Comprar provisiones de comestibles charcuteros, es un lujo para algunos compradores hoy en día, debido a los altos precios que deben cancelar por jamón, queso amarillo, por nombrar algunos de ellos. Dando como resultado la reducción del 40% de ventas en algunas charcuterías de la ciudad. Diana Larez/ NPG
Los costos en lo que va el año han incrementado el 60% ocasionando inconformidad en los clientes. María Roció mientras realizaba sus compras de rutina explicó “antes pedías 150 de jamón y queso amarillo y eran más de 20 lonjas. Ahora pides y por el mismo precio te dan 7. Es increíble hasta el punto que ha llegado la inflación”.
De acuerdo a la entrevista dada por la encargada financiera de una charcutería Elizeth Moreno, explicó que los precios de los embutidos incrementan cada dos semanas repercutiendo directamente en el costo al detal.
“Cada dos semanas nos aumentan el 15% a cada producto. Incluso tenemos mercancía con precios nuevos, y realizamos un balance con los precios anteriores para que el aumento no sea tan elevado” precisó Moreno.
A su vez, manifestó que los clientes buscan el precio acorde a su bolsillo, y en algunos casos prefieren dejar de adquirir un jamón de pierna y llevan fiambre o mortadela de pollo. Los precios del jamón de espalda Hermo se iguala al del espalada Plumrose en Bs 550, mientras que el de pierna Plumrose cuesta en 660 bolívares el kilo.
Por su parte los pedidos se mantienen bajos, reportándose dos veces por mes y distribuyen pocas mercancías. “Si se piden dos cajas me envían una, pese a que ya las personas no piden los artículos como antes, es necesario mantener la vitrina variada” detalló Moreno.
Consumidores sacrifican rubros
Durante un recorrido realizado por las charcuterías y carnicerías de la zona se pudo observar las nuevas alternativas que implementan los ciudadanos, “yo compré un poquito de pan, jamón y queso para dos días, hay que comprar lo necesario para el día a día” así dijo Enrique Silva.
Sin embargo algunos habitantes encuestados explicaron que desde hace algún tiempo estos acompañantes han desaparecido de sus neveras, “Yo no compro tocineta, ni queso amarrillo, mucho menos jamón. Prefiero comprar una mortadela mandarla a rebanar y el queso duro, al rallarlo rinde más”, destacó María Providencia Barreto.
En ese sentido destacaron que las chuletas ahumadas, chorizos y quesos parmesanos, se incluyen a la lista negra de precios. “La semana pasada compré un kilo de chuleta ahumada en 550 bolívares, y apenas son cuatro piezas lo que alcanza para una sola comida”, así lo detalló Silva.