El grupo Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) de Miami pidió hoy al secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, que se le revoque la visa al embajador venezolano ante la OEA, Roy Chaderton, por unas declaraciones con un alto contenido violento.
En la carta dirigida a Kerry, el Veppex destaca los comentarios polémicos que Chaderton realizó este martes durante una entrevista en el programa Zurda Konducta, de la emisora estatal Venezolana de Televisión, en la que comparó el “sonido” que produce un tiro en una cabeza “escuálida” (supuestamente las de la oposición) con una cabeza chavista.
“Le solicitamos (a Kerry) que se estudie la posibilidad de revocar la visa al embajador venezolano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton Matos, por las peligrosas declaraciones” vertidas en el citado programa de televisión, señaló en la carta esta organización de opositores venezolanos residentes en Estados Unidos.
Chaderton “incita a la violencia y el asesinato de opositores en Venezuela al manifestar que un disparo en la cabeza de un escuálido pasaría más rápido porque su cavidad craneal está vacía”, precisó Veppex.
Las palabras exactas del embajador venezolano ante la OEA fueron las siguientes: “Los francotiradores apuntan a la cabeza, pero llega un momento en que una cabeza escuálida no se diferencia de una cabeza chavista, salvo en el contenido. El sonido que produce una cabeza escuálida es mucho menor, es como un chasquido, porque la bóveda craneana es hueca y pasa rápido. Pero eso se sabe después de que pasa el proyectil”, declaró Chaderton.
Unos comentarios que han generado la repulsa de los opositores venezolanos residentes en Miami, quienes ayer solicitaron también a la OEA sanciones contra Chaderton o que le sean retiradas sus credenciales.
“Estas declaraciones de quien debería ser garante del respeto a la vida humana y los derechos humanos de los venezolanos representan una violación clara de lenguaje de respeto que un embajador debería emplear”, apostilló el grupo de venezolanos de Miami. EFE