La princesa Charlène de Mónaco vive en una residencia al sur de Francia mientras su marido, Alberto de Mónaco, continúa en el palacio de Montecarlo. Esta semana, la revista «Caras» se hacía eco de la noticia publicando unas instantáneas en las que la princesa aparece con un semblante muy serio en la residencia en la que supuestamente vive desde hace dos meses junto a los mellizos, Jacques y Grabiella, y dos niñeras, reseña abc.es.
Al parecer, Charlène tiene pensado establecerse en la residencia con vistas al mediterráneo y solo se desplazaría al principado para actos oficiales. Imágenes que hablan por si solas y que alimentan los rumores sobre una mala relación entre Alberto II y la exnadadora. La princesa ha querido salir del principado, ahora será el soberano el que tendrá que desplazarse hasta el sur de francia si quiere ver a sus hijos. Aunque el próximo 10 de mayo la princesa Charlène tendrá que acudir a Mónaco para celebrar el bautizo de los pequeños. Aún así, tal y como informan las fuentes, la exnadadora no tendría pensado hacer noche en el principado.
Pero ésta no es la primera vez que se especula con la idea de que los príncipes de Mónaco solo están juntos en actos oficiales. En 2014, la revista «Bunte» aseguraba que después de una fuerte discusión, Charlène habría hecho las maletas y habría puesto rumbo a Suiza, donde se alojó en casa de una amiga, asta que llegó su padre, Mike Wittstock, y suavizó las cosas en el matrimonio.