Bancos, los créditos bancarios pueden ser un comodín para quien desee adquirir un carro y no tenga el capital completo. Eso sí, ciertas condiciones aplican. Ejecutivos de ventas de entidades financieras explicaron que, ante una solicitud crediticia, lo primero que se suele revisar es el perfil del cliente. Luego, para conocer el costo del vehículo el banco toma como referencia únicamente las listas oficiales de precios justos disponibles en los sitios web de las ensambladoras, así lo publicó La Nación
Por ejemplo, si una persona desea comprar un Dodge Forza 2014 (un vehículo pequeño, cuatro cilindros, muy similar al Fiat Siena) su precio justo al mes de marzo está en 596.000 bolívares. Del año del carro dependerá el porcentaje a ser aprobado y el tiempo para pagar el crédito: mientras más viejo, menos cobertura y lapso. En varias instituciones están liquidando créditos solo para vehículos modelo 2011 en adelante.
El financiamiento para un Dodge Forza 2014 es a 48 meses, lo que quiere decir que la cuota mensual (sin incluir la póliza de seguro) quedaría en 12.416 bolívares, mientras que con póliza incluida, un simulador de cálculos de un banco arrojó la cifra de 19.561 bolívares.
Esa cuota no puede exceder el 33% del total de ingresos netos mensuales demostrados por la persona. Es decir, para poder acceder a este crédito hipotético el interesado debería devengar un salario mensual de alrededor de 60.000 bolívares. Esto, sin olvidar que las carteras crediticias anuales de los bancos suelen agotarse mucho antes de diciembre.
Si la persona finalmente accede al préstamo, se encontrará luego con este panorama, en los concesionarios no hay carros y en el mercado secundario no lo conseguirá al precio justo por el cual fue cotizado el crédito, por lo que se verá obligado a colocar el resto del dinero (en el caso del Dodge Forza 2014, unos 2 millones de bolívares) por cuenta propia.
Vender alguna propiedad o solicitar a la empresa un adelanto de prestaciones son algunas maneras frecuentes de completar el monto. Se conoció que en ocasiones una es la cantidad que figura en los documentos notariados y otra la real de la compraventa.