Somos un país donde ser testigo de un atraco y seguir caminando se ha hecho costumbre. Donde pasar de una acera a otra no depende del color del semáforo, sino de la amabilidad del conductor. Donde pistoleros roban y matan, y no son castigados. “Cual si no pasara nada”.
La realidad es que muchos ya ni dan un simple saludo de buenos días; que en los autobuses no se discrimina entre el adolescente y la mujer embarazada; que el rayado dejó de ser una señal de tránsito; que la vida no vale nada.
Nuestros principios están extraviados, como desorientada está la libertad, la democracia y la institucionalidad.
Vivimos en impunidad; en una nación donde la justicia no es para todos. Donde las leyes existen para unos y no para otros. Donde las ideas son encarceladas, y la corrupción exculpada.
Si le preguntáramos al novelista e intelectual español, Fernando Savater, autor del libro “Ética para Amador”, sin duda alguna diría que nuestra “sociedad perdió el control de sí misma y que las personas no tienen la noción de lo que es correcto e incorrecto”. Porque es precisamente eso lo que ha venido pasando en Venezuela. Se han perdido la ética, los valores y la tolerancia. Hasta la amabilidad que nos caracterizaba se ha extraviado en estos últimos 16 años.
La crisis moral es profunda, pero la voluntad de salir adelante se mantiene firme e inquebrantable. El cambio que queremos está en cada uno de nosotros, en cada municipio, en cada hogar venezolano. Así que comencemos por nosotros mismos.
Demos el mejor ejemplo a nuestros hijos. Rescatemos el saludo mañanero, el respeto por las ideas, la consideración con los abuelos y mujeres embarazadas. Seamos solidarios ante las adversidades, y hermanos pese a las diferencias.
Despertemos a la Venezuela amable que conoce el mundo. Sigamos construyendo progreso, y trabajemos duro para ser mayoría en la Asamblea Nacional. Solo así podremos renovar los Poderes públicos, liberar a los presos políticos y abonar el camino para el cambio de gobierno que tanto deseamos.
¡Por Venezuela vale la pena seguir luchando!