Chávez inició aquello de mofarse del inglés. De pronunciarlo deliberadamente mal. Con su histrionismo, a veces le quedaba gracioso. Hoy, Nicolás Maduro en cadena nacional, sin gracia continúa con el “legado” y lanza con su “clases” de inglés, ante una muy reducida representación de trabajadores de Pdvsa y de Corpoelec. Mientras, fuera de las cámaras oficialistas, está un país sufriendo una grave recesión económica que clama por seriedad y talento para su superación. Qué lamentable este show. (lapatilla.com)