Un testigo que vio el avión de la compañía Germanwings poco antes de que este se estrellara afirmó hoy a Efe que le sorprendió la poca altitud a la que volaba el aparato en una zona tan montañosa, aunque no percibió ningún otro elemento que delatara que el aparato se encontraba en problemas.
“Lo único que me extrañó es que a esa altura no iba a poder atravesar la montaña”, indicó por teléfono Sébastien Giroux, que regenta una serrería en el municipio de Prads-Haute-Bléone.
Giroux apuntó que no vio humo ni escuchó ruidos extraños poco antes del choque del avión, que iba con 150 personas a bordo y cubría la ruta entre Barcelona (España) y Düsseldorf (Alemania).
El testigo dijo que no presenció el momento exacto del accidente, que tuvo lugar poco después de las 10.47 hora local (09.47 GMT), y precisó que tampoco escuchó el impacto, debido a que este tuvo lugar a una decena de kilómetros de donde él se encontraba.
La Gendarmería francesa pidió hoy a los vecinos de la zona a través de su cuenta oficial en la red social Twitter que no se acerquen al lugar, en un intento de que no se bloqueen las carreteras y se pueda facilitar el traslado de los equipos de rescate.
El Ejecutivo ha activado el plan SATER, un dispositivo específico en caso de accidente de aeronave, que según un comunicado de la prefectura local busca poder localizar lo antes posible mediante medios aéreos, terrestres o radioeléctricos aparatos en dificultad, desaparecidos o accidentados.
El Gobierno ha puesto en marcha además una célula interministerial de crisis, integrada entre otros por los ministros de Interior, Bernard Cazeneuve, y Ecología, Ségolène Royal, así como el secretario de Estado de Transporte, Alain Vidalies, que está previsto que hoy se desplacen hasta la zona. EFE