Fútbol (RFEF) decidió finalmente escoger el estadio barcelonista como sede de la final. La designación se produjo después de que ambos clubs no se pusieran de acuerdo sobre el estadio donde jugar.
Las opciones de Mestalla (Valencia), Nuevo San Mamés (Bilbao) y Villamarín y La Cartuja (Sevilla) fueron descartadas.
En la votación definitiva, el Camp Nou se impuso con un total de 26 votos, por 17 de San Mamés y dos en blanco.
El presidente azulgrana, Josep Maria Bartomeu, habría votado a favor del Camp Nou.
DECISIÓN SALOMÓNICA TRAS EL DESACUERDO ENTRE CLUBS
Las reuniones tuvieron lugar en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas de Madrid, sede de la RFEF. En la primera de todas, entre los dos clubs, el Barça estuvo representado por Albert Soler, director de Relaciones Institucionales Deportivas, y Javier Bordas, directivo blaugrana, y su propuesta era Mestalla, mientras que los enviados del Athletic -su presidente, Josu Urrutia, y su director general, Jon Berasategi-, apostaban por el estadio del Betis.
Al no haber acuerdo, se pusieron sobre la mesa las opciones del Camp Nou y San Mamés, y la primera fue la elegida en la votación de la junta directiva de la RFEF.
EL DESENLACE
Antonio Suárez Santana, presidente de la Federación canaria y de organización de finales, anunció cómo se produjo el desenlace en la reunión definitiva de la junta directiva de la RFEF: “La junta directiva, en un debate extenso, ha designado la sede. Los candidatos eran Sevilla y Valencia, y se incorporaron Bilbao y Barcelona a petición de los dos clubs. La primera votación fue con una opción entre Bilbao-Barcelona o Sevilla-Valenica. La opción Bilbao-Barcelona sacó 27 votos, la Sevilla-Valencia, 17 y un voto en blanco. Prosperó la opción A: Bilbao-Barcelona. En la segunda votación, la sede de Bilbao sacó 17 votos y la de Barcelona, 26 y 2 en blanco. Por tanto, la sede elegida es el Camp Nou”.
Vía sport