Jackson Ávila, residente de Cambalache, ubicado en Puerto Ordaz, acudió a esta casa editorial para dar a conocer la grave problemática que aqueja a los siete sectores de la comunidad. Según el afectado tienen dos meses que no cuentan con agua potable por las tuberías, pues una cañería se fracturó y hasta la fecha no han logrado que las instituciones del Estado se aboquen a restaurarla. Osmarys Guilarte/ Nueva Prensa Guayana
“Tenemos que pasar calamidades para conseguir una garrafa de agua, o sino contratar un camión cisterna para que la lleve. Cuando están de buenas nos cobran el tanque a un precio accesible, pero cuando no, nos toca pagar entre 300 y 600 bolívares por 1.500 litros del preciado liquido, para poder subsistir”, añadió Ávila.
Del mismo modo expresó que desde hace muchos años todos los habitantes de la referida zona, han mantenido una guerra por el vital liquido, pues sólo llega en un lugar especifico y el representante del sector que llegue primero será el beneficiado, “es horrible cada quien quiere abastecerse todo el día con el servicio, si se encuentran personas de diferentes sectores se forma aquellas tremendas peleas territoriales que no dejan nada bueno”, explicó el residente.
El habitante aseguró que un vecino de la misma comunidad se encargó de fracturar la tubería, dejándolos sin agua potable, “no es justo que una persona inescrupulosa pueda dejar a cientos de personas viviendo como camellos, necesitamos que las autoridades del Estado nos ayuden a solucionar este grave problema que nos tiene viviendo una pesadilla”, dijo la afectada.
Pese a que los afectados han denunciado la situación ante la junta comunal, aseguran que no han hecho nada para solventar la problemática, “ellos, no han sido lo suficientemente competentes para darnos solución, dicen que han ido a las instituciones gubernamentales pero no les dan respuestas contundentes”, señaló el habitante.
Además exige a Hidrobolívar y a la alcaldía se aboquen a reparar la cañería. De igual forma habrá una mesa de diálogo para que se establezca un horario en cuanto a la hora establecida para que el servicio llegue a cada sector, con la finalidad de acabar con la guerra de agua que ha prevalecido por años en Cambalache.