El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, lamentó este miércoles que, pese a esfuerzos y conversaciones de alto nivel, su organización no pueda visitar a presos en Venezuela desde que Nicolás Maduro asumió la presidencia en 2013.
“Necesitamos el consentimiento del gobierno para visitar a detenidos (…) y no sólo necesitamos su consentimiento, también queremos que acepten nuestros requisitos porque si no, no los visitamos”, explicó Maurer en un encuentro con medios durante su segunda jornada de visita a Ciudad de México.
El pasado 25 de marzo, la canciller colombiana, María Ángela Holguín, dijo que los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) esperan que el CICR pueda visitar próximamente a los presos en Venezuela.
Preguntada por esta posibilidad, la jefa de operaciones para las Américas del CICR, Patricia Danzi, recordó: “Perdimos el acceso a las cárceles después de la muerte del presidente (Hugo) Chávez y no visitamos ni en 2013, ni el 2014 ni en 2015”.
“Estamos haciendo lo más posible para recuperar el acceso”, aseguró.
El presidente del CICR dijo que los requisitos de esta organización humanitaria incluyen “visitas repetidas a los centros penitenciarios, que podamos ver a todos los detenidos que deseemos y que podamos tener intercambios confidenciales con los detenidos sin ningún testigo”.
“Y esto no ha sido posible pese a nuestros esfuerzos, incluidos intercambios de alto nivel con Venezuela para llegar a un acuerdo”, lamentó Maurer.
Las cárceles venezolanas están entre las más peligrosas de la región, con 309 reclusos muertos y 1.709 heridos en 2014, según el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
En los últimos meses, destacados dirigentes opositores como Leopoldo López o Antonio Ledezma, alcalde mayor de Caracas, han sido encarcelados en grandes operativos acusados de conspiración y en medio de procesos judiciales cuestionados por la oposición y organizaciones no gubernamentales.
– Desaparecidos y migrantes en México –
Sobre su visita a México, Maurer aseguró que vio al gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) con una actitud más abierta para colaborar con su organización, “quizás por los eventos muy violentos” que se han producido últimamente en México, en referencia a la desaparición de los 43 estudiantes presuntamente masacrados por narcos en el estado de Guerrero (sur).
“Hace cinco años, no teníamos casi contactos operacionales con México”, reconoció el presidente del CICR, que este miércoles se reunió con el presidente Peña Nieto, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y la procuradora general, Arely Gómez.
Maurer anunció que su organización contribuirá en una próxima legislación sobre desaparecidos en México y en compartir su experiencia en otros países para que, por ejemplo, se hagan de forma más metódica tanto las exhumaciones como los registros de datos de cadáveres.
También hizo énfasis en asistir a los vulnerables migrantes -principalmente centroamericanos- que cruzan clandestinamente México para llegar a Estados Unidos, exponiéndose a ataques del crimen organizado, y compartir experiencia sobre el uso de la fuerza de policías y fuerzas armadas en México.
El jueves, el presidente del CICR se reunirá justamente con los titulares de la secretaría de Defensa y de Marina de México para seguir luego su viaje a El Salvador hasta el sábado y luego pasar por Estados Unidos.
En México, más de 80.000 personas han muerto y 23.000 más han desaparecido desde el lanzamiento en 2006 de una ofensiva militar contra los cárteles de la droga.
AFP