El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, pidió hoy “respeto” a los funcionarios y grupos opositores cubanos que el miércoles protagonizaron incidentes violentos que acabaron con la detención temporal de cerca de una veintena de personas.
“Somos un país que acoge a todos, y pedimos respeto a todos, anoche se liberó a todos los detenidos con la advertencia que si se repiten los incidentes se les aplicará sanciones”, declaró Varela a los periodistas antes de inaugurar el foro de rectores de América paralelo a la VII Cumbre de las Américas.
El gobernante refirió que “fue muy lamentable e inaceptable” lo ocurrido frente a la embajada de Cuba en Panamá y señaló que también se llamó la atención “a sectores del personal cubano por la falta de tolerancia y la provocación”, que acabó con un enfrentamiento a puños y patadas en el que fueron detenidos una veintena de personas.
“Eso fue un enfrentamiento entre hermanos cubanos, Cuba es un solo pueblo, tiene diferencias políticas profundas y heridas que se están sanando y parte de esa sanción lastimosamente son las tomas que vimos ayer”, añadió el mandatario panameño.
Aunque no se ha identificado a ninguno, el enfrentamiento fue entre personal y afectos al Gobierno de la isla y los opositores del exilio cubano invitados al foro de la Sociedad Civil, inaugurado el miércoles con retraso por los incidentes también suscitados en el hotel donde se celebró el encuentro.
El presidente señaló que la seguridad “se ha reforzado” y que los detenidos ayer fueron ya liberados, “aunque se les advirtió que no puede haber reincidencia”.
Por otro lado, medio centenar de cubanos exiliados se concentraron hoy en el consulado de Panamá en Miami, donde la expresa política cubana Caridad Roque aseguró a Efe que los disidentes cubanos “fueron atropellados y golpeados por esbirros de la dictadura castrista”.
El secretario de Comunicación del Estado, Manuel Domínguez, especificó que “si se produce un nuevo incidente, la policía hará uso de la fuerza” para impedirlo y reiteró que solo se permitirán manifestaciones dentro del marco de la ley, que contempla la expulsión o deportación del país del que use la violencia.
Estados Unidos condenó hoy los “ataques” y pidió que el foro sea un espacio de tolerancia, al tiempo que felicitó al Gobierno de Panamá por los esfuerzos para garantizar la seguridad de los participantes en la cumbre.
“Valoramos los esfuerzos del Gobierno panameño para garantizar la seguridad de todos los participantes y aplaudimos las palabras de su presidente, Juan Carlos Varela, y de la canciller y vicepresidenta, Isabel de Saint Malo, al afirmar que la Cumbre es un espacio para la tolerancia de todos los puntos de vista en democracia”, añadió portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf.
Esta es la primera Cumbre de las Américas que reúne a todos los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), pues Cuba, que estuvo ausente de las seis ediciones anteriores, sí asiste a esta cita en Panamá. EFE