Sebastián Dávalos, hijo mayor de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, declaró hoy como imputado durante cinco horas ante la Fiscalía de la región de O’Higgins en el marco de una investigación por supuestas irregularidades en un millonario negocio inmobiliario.
Tras el interrogatorio, que duró cuatro horas, Dávalos se retiró sin hacer comentarios de la Fiscalía de la Región de O’Higgins, situada en Rancagua, a 100 kilómetros al sur de Santiago, que había sido acordonada por el cuerpo de Carabineros.
El primogénito de Bachelet fue citado por los fiscales Luis Toledo y Sergio Moya en el marco de la ronda de declaraciones del denominado Caso Caval, que persigue presuntos delitos de negociación incompatible, uso indebido de información privilegiada y tráfico de influencias.
Respecto a la comparecencia de Sebastián Dávalos, el ministro portavoz de Gobierno, Álvaro Elizalde, se limitó hoy a señalar que “el Ministerio Público está realizando su trabajo para el total esclarecimiento de estos hechos”.
La esposa de Dávalos, Natalia Compagnon, propietaria del 54 % de la empresa Caval, declaró el pasado miércoles durante nueve horas, también como imputada, ante la misma Fiscalía.
A diferencia de lo ocurrido hoy, la llegada de Compagnon a la sede del Ministerio Público la semana pasada se produjo en medio de un gran tumulto.
En esa ocasión, la nuera de la presidenta incluso fue zarandeada por algunos manifestantes que protestaban por los casos de corrupción que se han conocido últimamente en Chile y que han salpicado a empresarios y políticos.
Los hechos que están en la mira del ministerio público salieron a la luz en febrero pasado, cuando el semanario Qué Pasa reveló que el Banco de Chile, entidad controlada por el grupo Luksic, entregó en 2013 un crédito de 6.500 millones de pesos (unos 10,4 millones de dólares) a la empresa Caval para comprar unos terrenos en la región de O’Higgins.
Después Caval vendió los terrenos por 9.500 millones de pesos (unos 15,4 millones de dólares) a la empresa Silca, que ahora acusa de estafa a la empresa de la que Compagnon es dueña.
El préstamo ha desatado uno de los peores escándalos políticos conocidos en Chile y su repercusión ha golpeado duramente la popularidad de Bachelet, mientras Dávalos debió renunciar a su cargo de director sociocultural del gobierno.
Según los resultados de una encuesta divulgada hoy, la aprobación a la gestión de la presidenta de Chile llegó al 30 % en la última semana, 3 puntos más que en la anterior, cuando se registraron los peores niveles desde que inició su actual mandato.
La consultora Plaza Pública-Cadem informó de que la desaprobación disminuyó 3 puntos porcentuales y pasó del 63 % al 60 %.
La encuesta mostró también que el 69 % de los chilenos cree que es necesario que la mandataria realice un cambio de gabinete.
El préstamo que está en el centro del escándalo se aprobó un día después de que la mandataria socialista ganara la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el 15 de diciembre de 2013, cuando Dávalos trabajaba como gerente de proyectos de Caval.
El pasado viernes, en una entrevista con el vespertino La Segunda, Compganon negó que Bachelet tuviera conocimiento del millonario negocio de Caval.
“Mi suegra no sabía nada, nunca le he informado de mis negocios ni de mis cosas, porque lo he hecho de manera profesional e independiente”, aseguró.
La propia mandataria se había desmarcado dos días antes, en un encuentro con corresponsales extranjeros, de los negocios de la empresa Caval y de las reuniones sostenidas por Compganon y Dávalos con el dueño del Banco de Chile, Andrónico Luksic.
“Obviamente yo nunca supe de esa reunión. No tuve nada que ver con ella, no la pedí y desde que volví a Chile, en marzo de 2013, no hablé con Luksic hasta noviembre de 2014. Yo no he tenido ninguna vinculación con nada de eso, ni con la reunión ni con el negocio, nada”, recalcó Bachelet.
También el vicepresidente del Banco de Chile se ha desmarcado de la polémica causada por la entrega del millonario crédito a la nuera de la presidenta Bachelet al asegurar que nunca buscó establecer una “relación impropia”.
“Podrán decir que he actuado imprudentemente, pero con claridad señalo que mis actuaciones no han buscado nunca establecer una relación impropia con la autoridad”, enfatizó Luksic en un comunicado de cuatro párrafos difundido el pasado viernes.
Vía Infolam