Al cierre del primer trimestre de 2015, la producción de acero líquido de la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (Sidor) mejoró respecto a periodos previos y se elevó 45%. Sin embargo en este período la fabricación de laminados en frío -de donde se obtiene hojalata para envases de alimentos, entre otras gamas- retrocedió 31%, publica Correo del Caroní.
El incremento en la producción de acero líquido se reflejó en el aumento de la producción de productos largos como alambrón y cabillas y, en el abanico de planos, se elevó la fabricación de laminados en caliente.
El registro negativo que sigue teniendo el área de laminados en frío es atribuido -por los trabajadores- al retraso en las mejoras operativas del área de decapado, un paso obligado de la cadena de producción.
Los laminados en frío (LAF), explica el portal de Sidor, son chapas laminadas en caliente que son sometidas a un proceso en frío donde “se obtiene la reducción de su espesor, mejor aspecto superficial y mayor dureza debido a que no reciben tratamiento térmico”.
En el primer trimestre del año, el área de decapado de donde se obtienen bobinas -con un mejor aspecto y dureza- que pasan a las diferentes áreas de laminación en frío produjo 29 mil 4 toneladas de acero, apenas 14% de la meta de producción y 7,53% de la capacidad instalada, el peor registro de la industria en los primeros tres meses del año.
Comparado con el mismo periodo del 2014, la producción de decapado cayó 41%, un retroceso que la industria aspira revertir con varios proyectos de mejoras en el área que, sin embargo, han caminado a paso lento, convirtiéndose esta zona en un cuello de botella de la cadena de producción, pues el decapado es un senderoineludible de laminación en frío.
Jesús Herrera, dirigente de la organización Proletariado Organizado al Rescate de Sutiss (PORSutiss), señaló que la lenta ejecución de los trabajos de recuperación en decapado tiene en parálisis a la cadena productiva de frío “la cual depende del suministro de bobinas decapadas para la producción de bobinas en frío y hojalata”, insumos vitales en la industria de alimentos y automotriz.
En el laminador Tándem, otra fase del proceso de laminación de frío, se produjo apenas 15,30% de la meta de producción y 7,6% de la capacidad instalada. Comparado con el mismo periodo del 2014, la producción muestra una contracción de 19%.
En las estadísticas de la industria, se observa que los últimos tres años han sido de retroceso en estas áreas productivas de laminación en frío, siendo el primer trimestre del 2015 el de peor registro. En el 2012, la producción de decapado era cuatro veces superior, mientras que la de Tándem era tres veces mayor.
Cero hojalata
En lo que respecta a hojalata y hoja cromada, que resultan de un recubrimiento -de estaño o cromo- mediante un proceso electrolítico, para la producción de envases para alimentos o tapas, la producción fue nula en el primer trimestre del año. Se estima que se dejaron de producir 9 mil 500 toneladas de estos rubros.
El déficit de laminados en frío impacta a varios sectores económicos. En esta gama, por ejemplo, la siderúrgica comercializa LAF crudo a los sectores techeros e industriales varios; hojalata para los sectores envases, industrial y automotriz; hoja cromada para la fabricación de tapas y envases para embutidos; y recocido para usos tales como techos climatizados, tuberías, carpintería metálica, línea blanca y partes automotrices.
En diciembre del 2014, Sidor informó -a través de una nota de prensa- que los trabajos de recuperación en el área de decapado registraban un 80% de avance y estimaba culminar la segunda fase en mayo de 2015.
“Todas estas inversiones promovidas por el Gobierno tienen el objetivo de garantizar la integridad física del personal y las instalaciones físicas de la acería, fortaleciendo de esta manera, la operatividad y productividad de Sidor”, expresó el presidente de Sidor, Tomás Schwab.
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