El dolor de cabeza tras haber bebido unas copas de más es, para muchos, uno de los más molestos que se conocen. Con todo, a día de hoy no nos preocupa demasiado, pues puede ser mitigado recurriendo a los medicamentos. Sin embargo, no sucedía lo mismo en el Antiguo Egipto, donde abrir el armario y meterse en el gaznate una pastilla era imposible. Por eso, no es de extrañar que los curanderos de la época apostaran por inventar todo tipo de remedios caseros para combatir esta dolencia. Así lo reseña abc.es
Uno de ellos, precisamente, ha sido descubierto en un antiguo pergamino con 1.900 años de antigüedad traducido por expertos de las universidades de Oxford y la College de Londres hace pocas jornadas. De origen griego (aunque usado por los egipcios) afirma que la forma idónea para acabar con el dolor de cabeza tras beber no es otra que ponerse alrededor del cuello un collar que cuente con varias hojas del arbusto «Chamaedaphne» alejandrino («Ruscus racemosus L»). Al menos, así lo afirma la versión digital de la revista especializada «Live Science».
El documento que ha sido traducido es uno de los 500.000 que fueron encontrados en 1890 en la ciudad ciudad de Oxirrinco (ubicada a unos 100 kilómetros de El Cairo, en Egipto). Unos papiros cuyas traducciones siguen entregándose, periódicamente, más de un siglo después. Particularmente, este remedio contra el dolor de cabeza se encuentre en el volumen número 80, el cual incluye además 24 nuevos textos médicos del Antiguo Egipto.
Entre las diferentes traducciones que se han entregado hasta la fecha, destaca la que afirma que la mejor forma de combatir las legañas es utilizando un extraño mejunje elaborado –entre otras cosas- con escamas de cobre, plomo blanco, óxido de antimonio, almidón, rosas secas, agua de lluvia y zumo de amapola.
No es la única, pues también son reseñables algunas que explican cómo «operar» a alguien cuyos párpados «estén del revés», cómo luchar contra las hemorroides, cómo evitar el dolor de muelas o cómo combatir la gangrena. El remaedio contra la resaca, según los expertos, podría ser uno de los más útiles por entonces, pues en muchas ocasiones se veían obligados a beber alcohol en lugar de agua debido a que ésta se encontraba en mal estado.
A su vez, alrededor del 10% del total de los textos traducidos se corresponden con obras literarias y, finalmente, otra buena parte se corresponde documentación privada, impuestos, facturas, contratos de arrendamientos, horóscopos, códigos e inventarios.