La contracción productiva, la falta de insumos y repuestos para ejecutar las labores de mantenimiento, el incremento de los costos y el repunte abismal de los gastos de personal se mezclaron letalmente para hacer que el 2014 fuera otro año de pérdidas para la industria del aluminio. Bs. 9 mil millones fue el saldo de pérdidas del sector, publica Correo del Caroní.
Como si esta realidad no existiera, el presidente Nicolás Maduro llamó a los trabajadores de Guayana a duplicar la producción para entregar dividendos, al cierre de 2015, en bolívares y dólares. Lo dijo desde la central hidroeléctrica Caruachi, a pocos kilómetros de las industrias de Guayana en un auditorio lleno de trabajadores de las empresas básicas, el pasado 16 de abril. “Debemos crecer y seguir generando ganancia, no podemos permitir un retroceso”, dijo.
El purpúreo balance de la memoria y cuenta del Ministerio de Industrias correspondiente al 2014, devela sin embargo la incapacidad de las industrias de Guayana de dar aportes económicos a la nación, como anhela para este año el presidente Maduro, y confirma, en contraste, cómo los subsidios gubernamentales sustentados en la renta petrolera se han concentrado en sostener los gastos de personal y han tenido nulo efecto en reflotar a la industria de metales, cuyos gastos operativos se han disparado, mientras los niveles de producción se contraen.
Los “logros” descritos en las memorias y cuentas se ahogan en el caudal de limitaciones financieras y operativas, que explican el balance de pérdidas en el que se incluyen los saldos negativos de Alcasa, Venalum, Bauxilum, Carbonorca y Cabelum. En el 2013, las pérdidas definitivas del sector fueron de Bs. 9.411 millones, de modo que en el 2014 el ritmo fue similar.
El año pasado, según el documento oficial, se contuvieron las pérdidas de Alcasa, Venalum y Cabelum, respecto al 2013, pese a que la producción de aluminio primario y productos como alambrón y conductores retrocedió; mientras que en el caso de Bauxilum y Carbonorca las pérdidas se aceleraron.
La transformadora estatal Alunasa, ubicada en Costa Rica, mantuvo su balance positivo, aunque las ganancias mermaron con respecto al 2013; mientras que Alucasa, ubicada en Carabobo, cerró con utilidad.
Alcasa
ALCASALOGO
Operó a 17% de su capacidad instalada
Pérdidas: Bs. 3.975 millones
Subsidio gubernamental: Bs. 2.401 millones (nómina, compensación por retraso en la discusión del contrato colectivo y utilidades)
La producción de Alcasa, la única de las industrias del aluminio que ha recibido inyección de recursos, en este caso, del Fondo Chino por $ 403 millones, siguió en picada, luego de que se produjeran solo 28.798 toneladas de aluminio en 2014, una caída de 36% respecto al 2013. La industria es la que opera en el menor ritmo en el sector.
El nivel de pérdidas se desaceleró en 2014, comparado con el año previo, pero no por eso dejó de ser escandaloso. De acuerdo con el balance del Ministerio de Industrias, las pérdidas se ubicaron en Bs. 3.975 millones, un monto 15% inferior al registrado el año anterior de Bs. 4.672 millones.
El balance indica que no se pudo alcanzar la meta del 2014 debido a la falta de insumos, materia prima, repuestos, entre otros. Los trabajos de adecuación tecnológica, que avanzan a paso lento, registran un avance físico de 67%.
Las características estructurales del sector aluminio “en pérdidas operativas recurrentes y altos pasivos laborales por retraso de aprobación de la convención colectiva, originan déficit presupuestarios, los cuales fueron cubiertos con aportes del Estado”, indica la memoria y cuenta 2014.
Venalum
La reductora de aluminio CVG Venalum, que aguarda con apuro las inversiones prometidas del Fondo Chino, produjo 109 mil 536 toneladas de aluminio en 2014, un retroceso de 14% comparado con el año anterior.
La industria cerró con una pérdida de Bs. 1.796 millones en 2014, levemente inferior al saldo rojo del 2013 de Bs. 2.472 millones. “Esta pérdida obedece a que los costos operativos presentaron un incremento de 126% asociado fundamentalmente al gasto de personal el cual pasó de Bs. 1.977 millones en 2013 a Bs. 4.053 millones en 2014”.
Venalum aplicó el año pasado un nuevo precio del aluminio al mercado nacional, no anclado en la cotización internacional de la Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés), que le permitió elevar los ingresos por ventas en 105%. Aún sí, sostuvo que los ingresos en bolívares y en divisas, producto de las exportaciones, no le permitieron cubrir sus gastos.
La empresa sumó a las limitaciones financieras del 2014 el bajo nivel de inventarios de materia prima, así como, de insumos y repuestos que impactan en la realización de los mantenimientos y “la demora de los contratos para el financiamiento de las inversiones ha impactado en la recuperación de la capacidad de producción”.
Bauxilum
La extractora de bauxita y refinadora de alúmina cerró el 2014 con una pérdida de Bs. 2.356 millones, superior en 33% a las del año previo, producto de “menores ingresos por venta por la caída en la producción, menor precio de venta según lo estimado y el incremento de los costos”, explicó la empresa en su balance. Cerró con una producción de alúmina de 660 mil toneladas, 33% de su capacidad instalada y 2,3 millones de bauxita.
La industria, el primer eslabón de la cadena del aluminio, reportó un alza de los pasivos debido a diferimientos de los pagos a proveedores de servicios y mantenimientos por falta de recursos financieros. La empresa refleja un saldo negativo ocasionado por las pérdidas recurrentes en los últimos siete años.
Bauxilum ubicó entre sus limitaciones del 2014 la baja efectividad en la ejecución del mantenimiento mayor a equipos fuera de servicio, como consecuencia de la falta de repuestos; dificultades para mantener las dos etapas de digestión en servicio por bajo inventario de licor flotante en las líneas de producción de la planta, como consecuencia de la crítica situación de inventario de soda cáustica; baja disponibilidad de equipos de extracción, acarreo y apoyo en la mina de bauxita.
Asimismo, se registró una baja disponibilidad financiera por déficit recurrente en el flujo de caja anual de la empresa, originado por el incumplimiento de pago de las reductoras nacionales (Venalum y Alcasa) e incremento en los costos y gastos.
Carbonorca
Las pérdidas de la productora de ánodos de carbón fueron las que más se aceleraron en el sector aluminio en el 2014, al pasar de Bs. 192,9 millones en el 2013 a Bs. 757,7 millones en el 2014.
La empresa reportó en su balance anual una disminución de los ingresos por ventas de ánodos cocidos y el incremento de los costos de producción respecto a los niveles planificados, “debido al aumento de los gastos de personal por la aplicación de la nueva contratación colectiva”.
En materia financiera, la estatal reconoció que por los bajos niveles de ingresos operativos, se ha visto obligada a solicitar al Gobierno financiamiento para el sostenimiento de las operaciones de planta, “con el fin de mantener los niveles de producción necesarios y cumplir los requerimientos de nuestro único cliente CVG Alcasa”. Que Alcasa se mantenga como el único cliente de la estatal ha significado un fuerte retroceso, pues han disminuido los planes de producción y ventas por menores requerimientos de este cliente, que además se ha demorado en pagar.
Carbonorca sumó a las limitaciones que el precio de venta del producto está por debajo del costo de producción, mientras que desde el punto de vista de logística, existen demoras en algunos procesos de procura, debido al reinicio de gestiones de compra por falta de participación de los proveedores ante la demora en pagos del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), y “en algunos casos, ofertas con precios sobreestimados por encima del valor de mercado”.