De manera extraoficial, el gremio ganadero maneja la información que el Gobierno nacional estima ajustar los precios de la carne a 86 bolívares por kilo a puerta de corral, aun cuando los productores mantienen la propuesta de Bs. 100 por kilo, de acuerdo con el método empleado por el Gobierno. Así lo reseña lanacion.com.ve / Mariana Contreras
“Menos de eso, es más de lo mismo, pArecios rezagados”, aseguró Luis Hernández Guanipa, presidente de la Asociación de Ganaderos del estado Táchira y vicepresidente de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela, quien comentó que de las mesas técnicas con el Ministerio de Agricultura todavía no ha salido un acuerdo oficial.
Y es que las estructuras de costos de producción que presentaron a consideración del Gobierno los gremios de ganaderos de doble propósito, el pasado 14 de abril, siguen recibiendo la revisión de las autoridades, por cuanto se está evitando a todo evento que se produzcan decisiones que impacten al público consumidor.
“Incluso nosotros estamos actualizado nuestro estudio sobre las estructuras de costos de producción, ya que no es el mismo precio calculado en enero debido al alto índice inflacionario que golpea al país. De manera que en 15 días, aproximadamente, presentaremos nuevas estructuras de costos”, aseguró.
El análisis de esos costos que efectúa el Gobierno combina un ajuste transitorio y la posibilidad de un subsidio al productor. No obstante, habrá que esperar el pronunciamiento oficial, después del primero de mayo, cuando el presidente realice los anuncios salariales con motivo del Día del Trabajador.
No llegan los insumos
Destacó Guanipa que actualmente se presentan dificultades con el suministro de insumos agrícolas, por lo cual se ven afectados la mayoría de los centros de producción. En la larga lista de productos que no llegan figuran los agroquímicos, vacunas, medicinas de diversa naturaleza, tratamiento hemoparásitos, hormonas reproductivas, desparasitantes y digestivos.
También están los genéricos e insumos para alimentación, como maíz, sorgo, avena y soya, suplementos minerales, melazas, alimentos concentrados y los subproductos de las moliendas de cereales. Sin contar los insumos para transporte, las maquinarias agrícolas, como tractores rastras, fumigadoras, sembradoras, cosechadoras, repuestos y consumibles, insumos para infraestructura y equipos como romanas, bombas, jaulas, etc.