En la desembocadura del río Waimea en Honolulu, Hawai, los surfistas aprendieron a crear sus propias olas artificiales.
Durante la temporada de lluvias en invierno, el río se inunda producto del tapón de arena que crean las altas mareas y así deja de enviar su flujo hacia el océano. Los lugareños vieron la oportunidad de cavar una ruta profunda hacia el mar, dirigiendo toda la corriente por ese lugar y provocando grandes olas. El paso siguiente, subirse a su tabla y disfrutar del resultado.
Leer más en: upsocl.com