El presidente de Bolivia, Evo Morales, decretó hoy un aumento salarial de 8,5 % para los sectores privado y público, que también beneficia al mismo mandatario, al vicepresidente Álvaro García Linera y a los ministros. EFE
Esta fue una de las disposiciones aprobadas por Morales, quien firmó cuatro decretos en un acto en el Palacio de Gobierno en La Paz con motivo del Día Internacional del Trabajo.
Uno de los decretos ratificó los incrementos de 15 % del salario mínimo nacional, hasta 237,9 dólares, y de 8,5 % del sueldo básico anunciados en marzo pasado por el Gobierno y los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB), la máxima entidad sindical del país.
Este aumento alcanzará también a los salarios de policías, militares y maestros de escuelas estatales y se aplicará “de manera inversamente proporcional” en el caso de los trabajadores de la salud, explicó el ministro de Economía, Luis Arce.
En un segundo decreto, el Gobierno estableció que el aumento salarial de 8,5 % llegue “desde el presidente, vicepresidente, ministros, viceministros, hasta el último de los servidores públicos, en una justa remuneración a todo el esfuerzo que se viene haciendo por desarrollar el aparato productivo”, añadió Arce.
Con esta disposición, el sueldo de Morales subirá de 2.844 a 3.085,7 dólares.
Una tercera norma establece que los sueldos en las empresas públicas se incrementarán en el mismo porcentaje, siempre que estas firmas demuestren que son rentables.
El cuarto decreto determina que la personalidad jurídica de los sindicatos deberá tramitarse ante el Ministerio de Trabajo y ser refrendada mediante una resolución firmada por el presidente.
Los aumentos para los trabajadores fueron negociados entre el Gobierno y la COB, que actúa en representación de los sindicatos estatales, pero los acuerdos son una referencia para los privados.
Morales destacó que actualmente hay “enormes coincidencias” entre su Gobierno y los sindicatos de obreros e indígenas que, según dijo, son “antiimperialistas” porque luchan por sus reivindicaciones sociales y por una “liberación social, económica y política”.
“Quiero reafirmar en este Primero de Mayo (que) el Gobierno de Bolivia es antiimperialista y mientras esté de presidente, nuestro Estado va a ser antiimperialista”, sostuvo.
También agradeció a la Central Obrera Departamental (COD) de La Paz por invitarle a una marcha por el Día del Trabajo, aunque declinó de asistir a la misma porque, según dijo, la convocatoria fue realizada “muy tarde”.
Según medios locales, tampoco asistieron a esa marcha los máximos dirigentes de la COB, que fueron, asimismo, los grandes ausentes en el acto en el Palacio Quemado.
En declaraciones a la radio Erbol, un dirigente de esa entidad, Elmo Pérez, explicó que el sector está molesto con algunos ministros encargados del diálogo sobre las demandas de los trabajadores.
Los sindicalistas reclamaron porque no se pudo alcanzar consensos en la elaboración de la nueva Ley General del Trabajo y de un decreto propuesto por la COB para “consolidar” algunos derechos adquiridos por los trabajadores en los últimos años, pero que carecen de normativa.
“Estamos molestos con el equipo técnico de los ministerios que no ha podido concluir con este trabajo que nosotros teníamos la esperanza de que se pudiera promulgar en esta fecha tan importante”, señaló Pérez.
Añadió que buscarán reunirse con Morales para exponerle directamente sus reclamos.
Tras la firma de los decretos, el presidente inauguró una sede sindical en La Paz y después viajó al sur del país, donde anunciará el descubrimiento de un nuevo reservorio de gas natural.