Un anciano de 101 años fue llevado al hospital en Nepal tras haber sido hallado en el jardín de su casa una semana después del sismo que dejó al menos 7.250 muertos, aunque el balance definitivo será “mucho más alto”, según el gobierno.
Funchu Tamang fue rescatado el sábado con heridas leves y trasladado en helicóptero al hospital del distrito, dijo a la AFP el oficial de la policía local Arun Kumar Singh.
“Tiene heridas en el tobillo izquierdo y en una mano aunque su estado es estable”, dijo Singh en Nuwakot, a unos 80 kilómetros al noroeste de Katmandú.
La policía indicó en un primer momento que Tamang había permanecido atrapado entre los escombros de su casa desde el 25 de abril, sin precisar que había sido hallado en el jardín, donde se refugió tras la catástrofe.
En una entrevista con la AFP, Tamang dijo que permaneció bloqueado bajo los escombros durante varias horas antes de ser socorrido por su cuñada.
“No sé si tuve suerte, pero soy un hombre sólido (…) Trabajo en el campo y camino cada día”, dijo desde su cama de hospital.
La policía también rescató a tres mujeres de entre los escombros este domingo en Sindupalchowk, uno de los distritos más afectados por el terremoto.
El último balance del Centro de Operaciones de Emergecia nepalí es de 7.250 fallecidos y 14.000 heridos, si bien el ministro de Finanzas, Ram Sharan Mahat, advirtió de que el balance final será “mucho más alto”.
“Hay pueblos a los que todavía no hemos podido llegar, pero sabemos que todas las casas han sido destruidas”, explicó.
Además, más de un centenar de personas murieron también víctimas de la catástrofe en China e India.
El domingo, la policía anunció el rescate de más de 50 cuerpos, incluyendo seis de ciudadanos extranjeros, en la zona de senderismo de Langtang, donde se teme que otros 100 turistas extranjeros sigan atrapados.
“Nuestra prioridad era rescatar a los supervivientes. Rescatamos a unas 350 personas, aproximadamente la mitad eran turistas o guías”, señaló a AFP Uddav Prasad Bhattarai, jefe de la policía del distrito de Rasuwa, al norte de Katmandú.
Los esfuerzos se concentran especialmente en las poblaciones más apartadas, en las regiones más afectadas por el sismo, alrededor del epicentro, a 70 kilómetros de la capital.
– Llegada de la aviación americana –
Las labores de ayuda humanitaria recibieron un impulso este domingo con la llegada de un avión Air Force C-17 y cuatro aeronaves militares Ospreys estadounidenses a Katmandú.
“La diferencia será inmediata”, aseguró el General Brigadista Paul Kennedy.
“Tenemos equipos de búsqueda y rescate listos para partir a áreas remotas, suministros y refugios. La mayoría de la gente no entiende que los refugios son la necesidad más urgente. Mañana por la mañana llevaremos estas cosas”, añadió.
Sin embargo, aunque la ayuda iba llegando, las oenegés y la ONU denunciaron la lentitud de los trámites impuestos por el gobierno nepalí para hacerla llegar a quienes la necesitan.
“Me preocupa extremadamente oír que las aduanas se toman tanto tiempo” para aceptar los paquetes de ayuda, declaró la jefa de las operaciones humanitarias de la ONU, Valerie Amos, a la AFP, y precisó que le había pedido al primer ministro, Sushil Koirala, que aligerara el papeleo administrativo.
“Se ha comprometido a hacerlo, espero que podamos constatar a partir de ahora una mejora a nivel administrativo”, añadió Amos.
Por su lado, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) instó a que se tomen las medidas necesarias para evitar que se expandan epidemias entre los 1,7 millones de niños y jóvenes que viven en las zonas más afectadas, a sólo unas semanas de la llegada del monzón.
“Los hospitales están desbordados, el agua escasea, todavía quedan cuerpos atrapados entre los escombros y la gente sigue durmiendo fuera. Es el escenario perfecto para la proliferación de enfermedades”, advirtió Rownad Khan, representante adjunto de Unicef.
Unas 160.000 viviendas fueron destruidas y 143.000 resultaron dañadas por el sismo, según el último balance de Naciones Unidas.
Por otro lado, pese a que el gobierno nepalí decidió que las expediciones al Everest continuaran tras el sismo, que mató a 18 alpinistas, las agencias de montañismo decidieron suspender sus expediciones este domingo. Este será el segundo año sin ascensos a la cima, después de una avalancha matara en 2014 a 16 sherpas nepalíes, creando un fuertes tensiones por las malas condiciones laborales de los guías.
por Claire COZENS/AFP