Los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, han dejado el Palacio de Kensington en Londres acompañados de su hija recién nacida, la princesa Carlota, para descansar una temporada en su residencia campestre de Anmer Hall, en Nordfolk.
El Palacio de Kensington confirmó hoy que los duques partieron para su residencia en el campo, acompañados también por su hijo mayor, el príncipe Jorge, que cumplirá dos años el próximo mes julio.
La princesa Carlota, cuarta en la línea de sucesión de la Corona tras su hermano Jorge, su padre y su abuelo, el príncipe Carlos, nació el pasado sábado.
Los duques de Cambridge también se retiraron una temporada a su residencia campestre cuando nació su hijo primogénito.
La pequeña princesa recibió en los últimos días la visita de los miembros de la familia real británica.
La reina Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, acudieron ayer martes al palacio de Kensington para conocer a su nueva bisnieta.
La princesa, que nació el pasado sábado es la quinta bisnieta de la soberana británica, de 89 años.
Además de la reina y el duque de Edimburgo, Carlos y su esposa Camilla, así como los padres de Catalina, Michael y Carole Middleton, también acudieron al palacio de Kensington para conocer a la princesa.
El pasado lunes se anunció el nombre completo de la hija de Guillermo y Catalina: Carlota Isabel Diana, que tendrá el tratamiento de alteza real princesa Carlota de Cambridge.
La nueva princesa y sus padres han recibido numerosos obsequios de distintas partes del mundo, como una manta de lana bordada enviada por el primer ministro australiano, Tony Abbott, y un vestido rosa con la frase “De Israel con amor”, del presidente israelí, Reuven Rivlin.
Anmer Hall está ubicado en el recinto privado de la reina Isabel II en Sandringham, en plena campiña inglesa, y se convirtió, tras el nacimiento del príncipe Jorge, en la segunda residencia de Guillermo y Catalina. EFE