Guillermo de Inglaterra y Catalina enviaron una carta a los fotógrafos apostados en los alrededores del dominio real de Sandringham, donde los duques de Cambrigde se retiraron a descansar con sus dos hijos, pidiéndoles que respeten su vida privada, afirmó el jueves la BBC.
“En el pasado ha habido una serie de intrusiones en la privacidad de la familia real” afirma la carta, apuntando directamente a “fotógrados profesionales con teleobjetivos”.
“Dado que Anmer Hall es parte de Sandrigham Estate, una residencia privada, mientras la familia real y sus invitados se encuentran en esa residencia, tienen unas expectativas más que razonables de privacidad”, afirman las misivas, firmadas por el portavoz de la pareja y entregadas a los paparazzi por la policía de Nortfolk, según los medios.
En el breve texto, se pide asimismo que terminen los “actos de acoso”.
Catalina y Guillermo han llamado a su hija, nacida el pasado sábado, Carlota Isabel Diana, los dos últimos nombres en tributo a su bisabuela, la Reina Isabel II y a Diana de Gales, la madre de Guillermo muerta en trágicas circunstancias.
Diana falleció en un accidente de coche en el túnel del puente del Alma en París en 1997, cuando su vehículo era perseguido por fotógrafos.
Se dice que Guillermo, que por aquel entonces tenía 14 años, desarrolló desde entonces un fuerte rechazo hacia la intrusión de los medios.
En 2012, la revista Closer publicó fotografías de Catalina en topless en la terraza de una villa privada cuando la pareja se encontraba de vacaciones en Francia.
Los duques de Cambridge han blindado frente a la prensa a su primogénito Jorge y amenazaron con demandar a un paparazzo que fotografió al niño y a su niñera en un parque hace unos meses. AFP