La Iglesia católica, tras haber sido combatida por el régimen castrista y oponerse a éste, se ha convertido en un interlocutor ineludible en un diálogo político, activamente apoyado por el Vaticano.
En los años sesenta del siglo XX, la Iglesia manifiesta su oposición al nuevo régimen comunista, desencadenando la furia de Fidel Castro, quien expulsa a un centenar de religiosos y nacionaliza numerosos bienes eclesiásticos.
Una muy delicada cohabitación continúa durante las tres décadas siguientes.
En 1996, Fidel Castro visita el Vaticano para entrevistarse con Juan Pablo II. La Iglesia comienza a imponerse como interlocutor del régimen comunista a partir de la visita papal a la isla en enero de 1998.
Única institución reconocida y no oficial en Cuba, la Iglesia católica ve su legitimidad ratificada cuando Raúl Castro la toma como interlocutora en un diálogo inédito lanzado el 19 de mayo de 2010.
Este diálogo desemboca en la liberación de unos 130 presos políticos en 2010 y 2011, en su mayoría a cambio de exiliarse en España.
Los religiosos cubanos obtienen el compromiso de las autoridades de poner fin al acoso a las “Damas de Blanco”, un grupo integrado por esposas y familiares o próximas de exprisioneros políticos cubanos.
La Iglesia aporta su apoyo a las reformas económicas lanzadas por Raúl Castro. A cambio, el gobierno facilita sus actividades sociales: acceso a los medios de comunicación del Estado, difusión de revistas o cartas parroquiales, apertura durante el otoño de 2010 del primer seminario en Cuba después de medio siglo.
Raúl Castro recibe en marzo de 2012 al papa Benedicto XVI. Éste llama a las autoridades cubanas a respetar “las libertades fundamentales” y condena el embargo económico impuesto a Cuba por Estados Unidos desde 1962.
En 2014, el papa Francisco escribe a los presidentes Raúl Castro y Barack Obama para pedirles que “resuelvan las cuestiones humanitarias de interés común como la situación de ciertos detenidos, para abrir una nueva fase en las relaciones entre los dos países”.
El Vaticano recibe en octubre delegaciones de ambos países para ofrecerles “sus buenos oficios para favorecer un diálogo constructivo sobre temas delicados”.
En diciembre, estas discusiones desembocan en la liberación de detenidos y un acercamiento histórico entre los dos países tras una disputa que duraba casi medio siglo.
En abril, el Vaticano anuncia que el papa Francisco hará una etapa en Cuba, por invitación de autoridades y obispos, antes de viajar a Estados Unidos en setiembre próximo.
El 5 de mayo es anunciada la visita de Raúl Castro al Vaticano.
AFP