Cada 12 de mayo, mujeres y hombres que dedican su vida al cuidado de los enfermos piden por sus reivindicaciones contractuales entre las celebraciones por sus labores, así lo reseñó Diario La Región
En conmemoración a la fecha de nacimiento de Florence Nightingale, enfermera abnegada que trabajó para el ejército inglés en la guerra de Crimea y que pasaría a la historia mejor conocida como el Ángel de Crimea por las labores que prestó en el campo de batalla, este martes 12 de mayo se celebra internacionalmente el Día de la Enfermera.
“Como eje fundamental de cualquier institución hospitalaria, el departamento de enfermería es la columna vertebral del Hospital Victorino Santaella (HVS); es por eso que hoy queremos extender nuestra más sincera felicitación a todo el personal desplegado en el estado Miranda, en los 18 hospitales, en todas las redes ambulatorias de la región y, en general, a todo el personal de enfermería que está las 24 horas del día y los 7 días de la semana atendiendo con dedicación a sus pacientes”, declaró Zulay Vargas, coordinadora del departamento de enfermería del nosocomio.
Aseguró que la enfermería es más una vocación que una profesión, pues los profesionales que se dedican a eso deben ser capaces de sacrificar muchas fechas especiales o compromisos familiares por el deber de cumplir con su paciente.
Diana Figuera, enfermera, describe su trabajo como el eje central de su vida y señala “nosotros somos simplemente luchadores capaces de sacrificar momentos especiales o compromisos importantes por estar aquí, en los pasillos del hospital, resolviendo los problemas de los pacientes”.
Hoy en día los profesionales de la enfermería afirman encontrarse trabajando bajo presiones importantes con las que no contaban unos 15 o 20 años atrás; la realidad del país sobre los problemas que atraviesa el sector salud parece recaer más directamente sobre ellos que en cualquier otra figura de la plantilla de un hospital o centro de salud.
“Por ser nosotros la figura más cercana al paciente debemos lidiar con reclamos y malos tratos acerca de asuntos que no nos competen; somos los que debemos darle la cara al usuario, explicarles cómo nos gustaría que algunas cosas fueran diferentes; es por estas cosas que los que nos dedicamos a esto tenemos que sentir pasión por lo que hacemos porque muchas veces la tensión es muy fuerte en nuestro entorno de trabajo”, alegó Figuera.