Biz Stone sabe a ciencia cierta que abandonar un proyecto incierto para probar otro camino puede resultar útil. Después de todo, participó en un equipo que hace una década dejó el servicio Odeo de podcasting para elaborar una nueva idea llamada Twitter que transformó el modo de comunicarse y lo convirtió en multimillonario. AP/Por MICHAEL LIEDTKE
Stone espera que su más reciente cambio de ruta también le dé resultado al frente de Jelly Industries, una empresa de San Francisco que lanzó poco después de dejar Twitter hace tres años.
Jelly mereció titulares hace 16 años con el lanzamiento de una aplicación para móviles que inquiere en las redes sociales para buscar expertos que puedan responder preguntas sobre problemas que son obstaculizan por búsquedas en internet. Pocos meses después, Stone y Ben Finkell, cofundador de Jelly, advirtieron que el formato de preguntas y respuestas no funcionaba, de modo que crearon otra aplicación llamada Super para compartir opiniones.
El nombre Super refleja el sentir de Stone por la aplicación unos cinco meses después de su lanzamiento.
“Intuíamos que esto funcionaría, del mismo modo que intuimos que era hora de dejar de trabajar en Jelly”, afirmó.
Super trata de aumentar su atractivo con una actualización que está disponible a partir del miércoles. Permitirá a los usuarios seleccionar y colocar los rostros de otras personas que han cargado sus perfiles en el servicio. Después las imágenes se mezclan con una selección de emoticonos y texto colorido que Super suministra a sus clientes para crear mensajes expresivos. El objetivo consiste en dar a la aplicación un cariz más emotivo.
“Super es algo más que manifestarse de manera emotiva”, afirmó Stone. “Lamentablemente, Jelly era demasiado inexpresiva. No era el negocio a que aspirábamos”.
Stone, de 41 años, sabe que mucha gente piensa que Super es pueril. Pero esto no hace sino reforzar su convicción porque recuerda cómo la gente se burlaba de Twitter al comienzo.
“Algo debe ser divertido de usar antes de poder llegar a ser importante”, afirmó. “Fíjense en Snapchat, Twitter y Facebook. Todos empezaron como algo divertido y ahora son importantes”.
Aunque no trabaja más en Twitter, Stone sigue siendo asesor y el accionista principal. Se reúne semanalmente con los otros dos cofundadores, el presidente de la junta directiva de Twitter, Jack Dorsey, y el ex director general Evan Williams. Dice que retendrá todo su capital accionario de Twitter, que ha caído el 27% desde que el 27 de abril la firma dio a conocer su balance del primer trimestre que renovó preocupaciones sobre las perspectivas del aumento de usuarios e ingresos.
“Me encanta realmente lo que están haciendo”, comentó.