Ayer, después de que transcurriera un día del homicidio del corredor de seguros Wagner Guayapero (46 años), pareciera que en el Palacio de Justicia de Barcelona no ocurrió nada, publica El Tiempo.
En horas de la mañana, en la entrada principal estaba un funcionario perteneciente a la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, con una barra detectora de metales en mano.
El equipo reporteril de El Mío pasó sin ser revisado, al igual que varias personas que entraron después. Tres uniformados de la Policía del Estado Anzoátegui (Polianzoátegui) también se encontraban en la puerta principal, pero, visiblemente, no atendían lo que ocurría en la puerta principal.
En el despacho de la Jueza Rectora del Estado Anzoátegui, doctora Mirna Mas y Rubí Spósito, estaba una funcionaria sentada detrás de un escritorio.
Ella solicitó datos puntuales para poder permitir el ingreso a la oficina: nombres, apellidos, cédula de identidad y números telefónicos.
La doctora señaló que en la entrada del Palacio de Justicia le informaron que la seguridad se había reforzado.
Mencionó que en los ocho años que tiene como rectora nunca ha habido arcos detectores de metales y que la seguridad interna está a cargo de los efectivos de la Magistratura y de la Policía del Estado Anzoátegui (Polianzoátegui).
Tanto ella, como el director del cuerpo de seguridad estadal, comisario José Alexander Rivero, coincidieron en que son 15 los uniformados que están en los tribunales a diario.
Con respecto al caso donde falleció Guayapero dijo que “lo que falló fue la seguridad interna, porque eso no pasó en la avenida, sino dentro de las instalaciones”.
El cuerpo del corredor quedó tendido en el primer descanso de las escaleras, entre planta baja y el primer piso.