El Estado Islámico publicó el número 9 de su revista propagandística Dabiq. En esta edición, justifica los abusos sexuales a las mujeres de las minorías étnicas que el grupo terrorista persigue.
En esta oportunidad, la voz yihadista es una mujer, supuesta novia de un combatiente. El título es “¿Niñas esclavas o prostitutas?”. En el texto, admite el método de tomar esclavas, pero asegura que “copular con ellas” no es una violación. “¡¿Qué te pasa, por qué juzgas así… más bien, dime quién es tu Dios?!”, se indigna.
“Alá abrió la tierra para sus awliya (seguidores), para que entren y se dispersen en ellas, matando a los luchadores de kuffar (no creyentes), capturando a sus mujeres, y esclavizando a sus hijos”, afirma en otro pasaje.
Es más, afirma que escribe este artículo “con algo de orgullo”. “Hemos asaltado y capturado a las mujeres de los kuffar y las doblegamos como ovejas con el filo de la espada”, se jacta en la nota.
Para terminar, la “novia yihadista” llama “prostituta” a la primera dama de EEUU. “Quién sabe, quizás el precio de Michelle Obama no alcance un tercio de dinar… aunque un tercio de dinar es mucho para ella”, dice con ironía.
n diciembre pasado, militantes islámicos que combaten en Siria e Irak recibieron una lista escalofriante de lo que deben y no deben hacer con sus esclavos sexuales. En el listado, se explican los métodos con los que tienen que someter a sus prisioneros.
Un documento publicado hace unos días por el grupo Department for Prisoners and Women’s Affairs explica en detalle lo que hacen los combatientes con sus esclavos sexuales: cuándo una mujer puede ser golpeada y bajo qué circunstancias se justifica violar a niñas son sólo algunas “recomendaciones” que aparecen en el documento.
La gran mayoría de los cautivos son miembros de la religión yazidí que fueron secuestrados durante la masacre de monte Sinjar a principios de agosto. La reglamentación establece que estas mujeres pueden ser encarceladas y violadas a diario por los militantes, que las compran como esclavas por valores que empiezan en u$s42 cada una y llegan hasta u$s165. La diferencia de precios depende de la edad de las cautivas y si se trata de adultos o niños.
La violación de una mujer, explica el documento, es perfectamente aceptable incluso para los hombres casados. Y un pasaje escalofriante del documento del ISIS es el siguiente: “Las vírgenes pueden ser violadas inmediatamente después de que son compradas”.
Alrededor de 5.000 mujeres y niños fueron secuestrados por el grupo terrorista y son sometidos a abusos sexuales de todo tipo en distintas zonas de Siria e Irak aún controladas por ISIS.
Fuente: Infobae