El Secretario General Nacional de Unidad Visión Venezuela, Omar Ávila, considera que el gobierno no puede permitirse seguir aplazando medidas económicas que conduzcan a la corrección del modelo por mantener el discurso político de la polarización, en vista de que la situación del país ha llegado a un punto de puertas a la ruina. NP
“Estamos viviendo en la miseria, todos los ciudadanos lo experimentamos y sabemos que a pesar de los más altos ingresos petroleros de nuestra historia hasta apenas el año pasado, el dinero no rinde, no alcanza para cubrir necesidades básicas”, afirmó en rueda de prensa al argumentar que los venezolanos han visto cómo la inflación más grande del mundo se ha comido la poca calidad de vida que logramos mantener hasta apenas el año 2014.
“Sabemos cuáles son las causas de esta situación paupérrima en la cual nos tiene viviendo esta clase boliburguesa, de enchufados, pero en este momento lo que nos importa es que se terminen de tomar las medidas que hace meses se anunciaron que se aplicarían. No importa que sean impopulares, que signifiquen antipatía, lo que está en juego es el país y no tenemos ninguna duda en esto”, comentó al señalar que apenas el jueves pasado tipo de cambio experimentó un enorme desgaste en su indicador libre o paralelo, al superar los cuatrocientos bolívares, teniendo graves consecuencias en una economía que depende prácticamente en su totalidad de importaciones.
Por esta razón exhortó públicamente al gobierno, “si es que a este desastre se le puede llamar así”, a asumir su responsabilidad como rector de la política económica e impulsar planes que permitan la recuperación de la producción nacional, así como el cese de la persecución a la empresa privada, el concurso de diversos factores en la elaboración de planes para eliminar los controles de precios artificiales, así como la eliminación de varios tipos de cambio con tasas distintas, entre otras.
“Nicolás y su grupo ha demostrado que no sabe qué hacer con la economía, pues es hora de delegar, de dejarse asesorar, de reconocer que por el actual camino se va a arruinar el país de forma irreversible”, sostuvo Ávila, quien aprovechó la ocasión para recordar que el discurso de la guerra económica se ha desmontado con suficientes demostraciones de que los productos alimenticios están absolutamente controlados por el gobierno, desde su siembra, hasta su distribución.
El líder de Unidad Visión Venezuela señaló a la clase política que está en el poder de ser la responsable de la situación actual, en la cual prácticamente ningún trabajador del país puede costear la canasta básica ubicada cerca de los cuarenta mil bolívares, “que para recordar son casi cuarenta millones de bolívares de antes de la farsa de la supuesta reconversión monetaria que también ayudaría a disminuir la inflación”.
“Si ni siquiera podemos cubrir nuestros gastos de comida y servicios básicos, mucho menos podemos pensar en adquirir una vivienda, por los supuestos de la ley vigente de acceso a créditos hipotecarios y la realidad de precios del mercado inmobiliario”, narró para continuar esbozando la gravedad de la crisis del país.
“El cambio político es hoy en Venezuela como la leche, carne y harina de maíz: un producto de primera necesidad, porque definitivamente la economía también colapsa, con lo que el cambio es más urgente e inmediato a cada minuto”, afirmó Ávila, quien cree que poco le importa el destino del país a quienes ejercen posiciones de poder, porque de lo contrario ya estarían sensibilizados con los problemas de la gente.
“Además del tema económico que nos mantiene como un pueblo sumido en la miseria, está también la realidad de la crisis en el sector salud, reconocida esta misma semana por el nuevo Ministro Henry Ventura”, señaló el Secretario General de Unidad Visión Venezuela, quien resumió varios casos de hospitales en Caracas y el resto del país que están prácticamente paralizados por la falta de insumos y de mantenimiento.
“Conocemos las reiteradas denuncias que se han producido en el Hospital Clínico Universitario, sin ni siquiera gasas para atender pacientes, con las cirugías paralizadas ya que sólo se atienden emergencias, o el caso de Los Magallanes de Catia, donde tampoco hay insumos y las instalaciones presentan un franco deterioro que se ha extendido hasta los equipos médicos como el tomógrafo que no funciona, o el más reciente clamor que ha salido a la luz pública que es la falta de tratamiento de quimioterapias del Hospital de Niños”, enumeró.
Esta situación de colapso, según comentó, es un nuevo factor que contribuye a la miseria de los venezolanos, “quienes no contamos con lo que se consagra en la Constitución de un servicio de salud que nos garantice la vida, esto aunado a la inseguridad galopante”.