Los usuarios definen con las palabras “atropello” y “corrupción” los “amargos” episodios que deben soportar durante el tiempo que permanecen en largas filas de un reconocido supermercado del municipio Trujillo para poder llevar a sus hogares los artículos necesarios para satisfacer las necesidades de su familia. Lalimar Alvarado/ Diario Los Andes
“Llegué a las 6 de la tarde (del día anterior) y me tocó el número 41. A las 12 de la media noche pasaron otra lista y me dieron el número 83. Eso es una injusticia; aquí los que aprovechan son los más vivos”, expresó Glenda Sánchez, ama de casa.
Explicó que los nombres de los compradores son sometidos a varias listas realizadas por una especie de “líder” que se encarga de organizarlos, ya que el “Plan Mata Cola” implementado por la Alcaldía del municipio Trujillo dejó de funcionar los primeros de abril y ningún encargado del supermercado “se atreve a poner orden”. Añadió: “La primera lista la pasan a las 12 m., y la segunda, a las 4 a.m.; el que no esté queda por fuera”.
Manifestó que, aunque el establecimiento comercial lo abren a las 9 a.m., cuando son las 10 ya no están disponibles todos los productos, porque pasan primero las personas de la tercera edad y las embarazadas. A su juicio, eso evidencia la insuficiencia de mercancía.
Otras personas en la fila, quienes prefirieron no mencionar su nombre por temor a ser despedidos, afirmaron que en sus puestos de trabajo no les dan permiso para hacer colas, por lo que deben ingeniárselas para poder adquirir la mercancía que les hace falta. “Tengo libre la mañana y trabajo en la tarde. Al salir de aquí debo irme de una vez a trabajar. Por eso me traje el uniforme”.
Atropellos
Marieli Maldonado llegó a las 10 a.m. con su hijo en brazos: un bebé de siete meses que recién había sido vacunado, pero no la dejaron pasar pese a que mostró la tarjeta de vacunación. “Me dijeron que esperara, que no podía pasar. Mi hijo no puede aguantar sol y no puedo esperar a comprar la próxima semana porque ya no tengo algunos productos”, lamentó.
Inseguridad
Los declarantes informaron que en reiteradas oportunidades han sido víctimas del hampa. Hace un mes fueron abordados por unos irregulares que aseguraban ser encargados del supermercado. Les dijeron que de acuerdo a la modalidad de pago (efectivo o tarjeta), hicieran dos filas, y quienes se agruparon en la cola de efectivo fueron despojados de sus pertenencias. A propósito, piden que los funcionarios policiales realicen patrullajes constantes en la zona.