Para muchas de nosotras, encontrar al hombre de nuestros sueños es un largo camino por recorrer con paradas de terribles citas y encuentros con diferentes especies de sapos que, sinceramente, es mejor evitar. Para que no te pase, te enlistamos los 8 más comunes. Detéctalos y huye lo más rápido que puedas.
El hombre con mamitis. Es caballeroso, atento, servicial y te trata como princesa. Sin embargo, toma sus decisiones con base en lo que su madre cree más conveniente. Si estás en una cita con él y su señora madre le llama para decirle que vaya a verla para cambiar un foco, se pone nervioso hasta que confiesa que debe salir corriendo… Quien debe salir huyendo eres tú, a menos que quieras tener un hijo inmaduro, en vez de un novio.
Mister gorrón. Es súper lindo, complaciente y… Nunca tiene un peso para invitarte a salir. “¿Tienes algunas monedas que me prestes mi amor?… ¿Puedes pagar tú por esta vez? Olvidé mi cartera, pero, la siguiente cita me toca pagar a mí”… ¿Acaso te gusta que estas frases salgan de la boca del chico que quieres para padre de tus hijos? ¡Aléjate!
El señor mentiroso. Todos hemos mentido alguna vez. Pero hay de mentiras a mentiras. Si has descubierto a tu prospecto en varias de tamaño extra grande, tienes que dejarlo ya. Este chico puede meterte en muchos problemas y volverte una mujer muy desconfiada.
El controlador. Al principio te parece súper romántico que te lleve a cenar a un restaurante de su elección o que compre boletos para Cancún sin preguntarte, pero ten cuidado. Cuando comienza a controlar los horarios en los que deben verse y tus actividades, los focos rojos empiezan a encenderse.
Mister conquistador. Es adorable y es asediado por muchas chicas. Es guapo, seductor y te enamora en un abrir y cerrar de ojos, una vez que caes y ya estás viendo revistas de boda, él ya está ocupado con una nueva conquista.
El chico complaciente. “Sí mi amor lo que tú digas… Claro, yo quiero la misma ensalada que tú… Sí, veremos la película que tú quieras corazón… Claro, llevaré tu ropa a la tintorería”… Puede ser muy cómodo tener a un hombre que haga todo lo que tú desees, pero, a la vez, puede ser desgastante lidiar con una persona que se olvide de él mismo por complacer al mundo entero. ¿Quieres un novio o una alfombra humana?
El señor celoso. Cariñoso, divertido y… te quiere como una propiedad. Te llama cada cinco minutos por teléfono, te invade con e-mails y está celoso hasta de tus primos. ¿Crees aguantar a un hombre que no te deje tener más vida más allá de la relación?
El chico presuntuoso. No han pasado ni 15 minutos de la primera cita y ya te contó que tiene tres propiedades en las Bahamas, tres empresas y un BMW… Se te acerca al oído para decirte que te va a llevar a vivir a París y… ¡Sales corriendo! Creo que todas buscamos a una persona que nos interese porque su charla es agradable, porque hay una química sensacional o porque es sumamente inteligente y atractivo, no porque nos recite su lista de bienes. Más bien, debería mostrar con hechos la lista de cualidades, finalmente nos enamoramos de seres únicos con los que hacemos el tan emocionante “clic”.