El diputado de la Asamblea Nacional Miguel Ángel Rodríguez denuncia que en momentos en que entraron en emergencia los venezolanos en su acceso tanto al transporte aéreo como a los distintos componentes del transporte terrestre, desde el gobierno nacional y los gobiernos regionales dominados por el PSUV se acuda al expediente de seguir criminalizando a quienes protestan, en vez de solucionar de una vez el problema. NP
El “caos gobiernero del dólar”, asegura, es el núcleo del hastío de prestadores de servicio y de usuarios, quienes sufren por flotas antiquísimas, falta grave de repuestos de todo tipo, ausencia de una política efectiva y suficiente para la renovación de unidades, y esto tiene hecho un desastre el acceso a un pasaje aéreo y aun cupo en avión, al igual que la posibilidad de abordar diversas rutas de transporte público terrestre dentro y entre las ciudades del país, dado que en los talleres de las líneas de servicio lo que resalta hoy es más de la mitad de las unidades paralizadas y canibalizadas por la falta de insumos.
Dice el parlamentario que escudados en una presunta guerra a la especulación con repuestos importados, algunas entidades del gobierno anunciaron proveedurías para los transportistas administradas por el sector público y la puesta en marcha de miles de rutas populares por todo el país. Hoy, vale con urgencia escuchar las denuncias de los transportistas sobre cómo las famosas proveedurías fueron tomadas para el clientelismo y el mercado negro repotenciado por el diferencial cambiario, y las unidades de las rutas populares nutren enormes cementerios de buses rojos en los que puede leerse el nombre Sitsa y otras denominaciones revolucionarias.
En el caso de la frontera la situación es aún más caótica, explica Miguel Ángel Rodríguez, tomando como ejemplo su natal estado Táchira, donde hace más de seis años llego el Tag gasolinero, cupos para particulares, taxistas y transporte de rutas públicas, y en vez de lograr el prometido control del contrabando, llegó la humillación al transportista y pérdida de su tiempo laborable en medio de inaguantables colas en las estaciones de servicio.
“Si en esta Asamblea Nacional la bancada oficialista no hubiera sido cómplice de la perversión y arrodillamiento del poder legislativo, una seria comisión de administración y servicios y una digna comisión de energía, habrían actuado hace tiempo para corregir estos desmanes que tienen a los venezolanos sitiados y con suma dificultad de ejercer su derecho a libre tránsito por fines laborales o recreativos. Por eso hay que lograr el cambio en todas esas estructuras”.
Finalmente el parlamentario llamó la atención sobre cómo se desoye también el clamor por seguridad de los transportistas en toda Venezuela. “Un trabalenguas del Ministro de Interior y Justicia para jurar que la acción hamponil está disminuyendo, no es más que otra mueca. Siguen asaltando unidades, robándolas y asesinando a pasajeros y a profesionales del volante. Eso también es razón de protestar y acudir al legítimo derecho a la huelga, así los gobernantes quieran acusar a la gente de golpistas, paracos y demás”.