¿Qué nos queda ahora? Esperamos acordar acciones concretas para contrarrestar la férrea censura de la libertad de expresión y así evitar el silenciamiento de medios de comunicación independientes como El Nacional, Tal Cual y portales como La Patilla, además de la criminalización de sus editores. Después de la marcha por nuestras reivindicaciones como ciudadanos y respeto por los derechos humanos el pasado sábado, los Zulianos y venezolanos en general se encuentran expectantes, a la espera de medidas concretas y prácticas que reduzcan nuestros desencuentros.
De aquí que hay dos grandes tareas pendientes. La primera, exigir la fecha de las elecciones parlamentarias y darle paso a la tarjeta única para poder materializar una gran victoria electoral en las elecciones. La marcha se constituyó en algo simbólico que apertura un camino firme a la esperanza de la población venezolana que impulsa un verdadero cambio político, institucional y pacífico.
Por ello, no se debe perder de vista que los esfuerzos que se hagan, para poner orden en la unidad opositora deben plasmarse en propuestas unitarias.
La unidad debe estar por encima de las diferencias políticas y los intereses particulares, todos válidos en una sociedad, pero que actualmente en Venezuela pasan a un segundo plano por la fragilidad de la democracia, más inclinada hacia la dictadura. La marcha no solo es algo lírico, poético o algo que viene a bajar la guardia, sino al contrario: es la garantía del comienzo de una gran victoria electoral en las elecciones que avecinan, la marcha blanca es señal de compromiso con los deseos profundos de lograr el rescate de la democracia, a pesar de los desencuentros a pesar de las críticas y negativas en torno a la marcha.
El pueblo considera que fue un “acto ciudadano de primera magnitud” , por ello, me parece importante aprovechar la energía del pueblo venezolano para que no quede sólo como ‘algo bonito’, sino que continúe la protesta pacífica y se avance electoralmente en la MUD con acuerdos unitarios.
La protesta debe mantenerse pero bien administrada y bajo la óptica del consenso de todas las fuerzas políticas, de allí que la desavenencia de la marcha del sábado debe saltarse para poder continuar. Esa es la otra gran tarea, demostrar que la MUD y sus factores políticos están operando bajo el norte del dialogo y la unidad, de esta manera no caer en errores que afecten nuestro objetivo.
Ir hacia adelante en la lucha con fórmulas unitarias significan mucho desprendimiento y comprensión de todos los factores políticos. Hay que jugar a ganar y ganar contundentemente en las próximas elecciones.