Junior Guerra, consiguió el ánimo necesario para sobrellevar una larga lista de tropiezos en su carrera. Esa actitud inmune a los pensamientos de derrota fue lo que, según él, le permitió llegar a las Grandes Ligas a sus 30 años de edad.
El lanzador derecho, regresó hace unos meses al sistema de béisbol organizado con los Medias Blancas de Chicago. Su última experiencia en ligas menores se remonta a 2009, con los Mets de Nueva York, sin embargo, antes de debutar en la temporada, fue suspendido por uso de nandrolona y su carrera se fue a pique.
Tras ese hecho, pasó por varias ligas independientes de Estados Unidos, México, Italia y España.
Pero su última actuación en Venezuela con los Tiburones de La Guaira (3.46 EFE/ 82 K en 78 IL), siendo el as de su rotación y pieza de confianza para el manager Buddy Bailey, le sirvió para conseguir un contrato con Chicago, equipo que lo subió para que los ayudara en su bullpen.
“Es un momento muy especial”, dijo Guerra al Chicago Tribune. “He tenido altas y bajas durante toda mi carrera y quiero agradecer a los Medias Blancas por la oportunidad”.