Bebe mucha agua
Beber grandes cantidades de agua justo antes de irte a la cama no es aconsejable, ya que lo más probable es que te levantes a media noche para ir al baño. Ingerir agua hará que tu sistema se limpie y se deshaga de cualquier resto de agua que estés reteniendo y de las toxinas y la grasa que tienen las células. Procura beber el agua al menos una hora antes de irte a dormir, pero nunca te pegues el atracón un minuto antes. Que.es
Echa poca sal en la cena
Echando menos cantidades de sal en la cena ayudarás a que te levantes mucho más ligera. Esto se debe a que la sal permanece en tu organismo durante toda la noche y hace que te despiertes con más hinchada. Para ello evita las comidas altas en sodio. Lo mejor que puedes hacer es cenar vegetales al vapor o pescado blanco, por ejemplo, aunque también puedes cenar cualquier otro alimento que no esté cargados en sal.
Hacer ejercicio por la noche
Cada persona saca el tiempo para hacer ejercicio a una determinada hora del día, cuando puede o le apetece, pero si te ejercitas a última hora de la tarde o por la noche no te hará que duermas mal, como mucha gente piensa. De hecho, una encuesta realizada en 2013 por la National Sleep Foundation reveló que las personas más activas tienen más de un 50% de mayor probabilidad de dormir mejor, independientemente de la hora del día en la que hagan ejercicio. La actividad física te ayuda a perder peso y si te ejercitas por la noche te irás a dormir con la satisfacción de haber ayudado a la pérdida de peso.
No cenar fruta
La fruta en el postre de la comida y la cena es de lo más habitual, pero si la reservas para primera hora de la mañana y el almuerzo te sentará mucho mejor. De noche no es necesaria la ingesta de azúcares, sin embargo por las mañanas aporta las cantidades de glucosa necesarias para el resto del día, además de ayudar a mantener el metabolismo. Sin duda, la fruta es el alimento perfecto para comer entre horas y no llegar a la hora de la comida o la cena con un hambre atroz.
No cenar hidratos de carbono
Los hidratos de carbono son necesarios para una buena dieta diaria y equilibrada. Comer pan, legumbres, cereales o pasta no son los culpables de tus kilos de más, pero sí si lo haces a horas indebidas. Deja este tipo de alimentos para el desayuno, el almuerzo y la comida, y evítalos en las cenas.
Duerme con el cuarto completamente a oscuras
Dormir bien y las horas necesarias es primordial para la salud, por lo que no podría ser menos a la hora de perder calorías. Durante el día y la noche, tu cuerpo produce melatonina de forma natural. La melatonina puede ayudar a tu cuerpo a producir más hormonas quema-grasa, según un estudio publicado por el Journal of Pineal Research. Como tu cuerpo produce melatonina, asegúrate de no interrumpir su producción con luces artificiales.
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