Jesús Elorza: Conuco revolucionario

 

El Consejo Comunal  “Los conuqueros” de los Valles de Aragua, se reunieron de emergencia para tratar las nuevas directrices agrícolas propuestas por la Camarada candidata a diputada Rona del Valle Gómez, orientadas a la siembra de ¡Acetaminofén!  Acción, que permitiría acabar con la escasez de este medicamento y el monopolio imperialista de la industria farmacéutica  en el país.

El primero de los milicianos agrícolas en intervenir, dejo muy en claro que si bien era cierta la propuesta de la camarada, no debemos caer en la tentación de limitar nuestra producción agrícola a un solo rubro….recordemos que uno de los errores más grave de la cuarta república fue el de hacernos un país mono productor y de allí las consecuencias de depender de los precios del petróleo. En fin, mi propuesta va dirigida a que cada uno de nosotros siembre y cultive productos de manera diversificada…..con sonoros aplausos y vivas a la revolución, la propuesta fue aprobada por unanimidad.

Toda emocionada, la camarada Rona, clausuro el acto con sentidas palabras de agradecimiento y reafirmó su compromiso de visitarlos nuevamente para ver los frutos de la cosecha revolucionaria….Conuqueros unidos, jamás serán vencidos.

Al finalizar el ciclo de cultivo y proceder a la recolección, las experiencias fueron  múltiples y variadas. Cada uno de los milicianos agrícolas se presentó en la segunda asamblea para dar su testimonio de la experiencia revolucionaria.

-Pedro, el campesino más antiguo de la región, expuso que: Su trabajo se orientó a la siembra de “semillas” (perdón, quise decir pastillas) de Loperan, y su sorpresa fue mayúscula, cuando vio que los patos que tenía en el corral se comieron todo lo sembrado y a los pocos días los encontró muertos debido a que no pudieron evacuar con la misma frecuencia que lo hacían diariamente.

-Otro intervino, para decir que dirigió su siembra al cultivo de pastillas de Alka Seltzer y con la lluvia de esa noche, se consiguió a su mujer gritando que había nevado, puesto que nuestro conuco amaneció cubierto de una espuma blanca.

Juan, el agricultor encopetado por haber cursado un semestre en la Universidad Bolivariana y haber obtenido el título de Ingeniero Agropecuario, tomó el micrófono para exponer que se orientó hacia la siembra de sedantes y en especial semillas-pastillas de Lexotanil. Sin embargo, la cosecha fue interrumpida por una manada de conejos que se comió todo lo allí sembrado. No todo fue perdida, porque al día siguiente, conseguí a los conejos dormidos en el campo y procedí a sacrificarlos para vender su carne a precio paralelo en el mercado ganándome un billete gordo.

María, una de las pocas mujeres con terreno para el cultivo, sembró todo su campo con aspirinas.  Sus cochinos acabaron con el cultivo y como consecuencia de ello, no pudo hacer sus famosas morcillas, puesto que, el exceso consumo  de ese medicamento  licuo la sangre de sus cochinos y la misma nunca pudo cuajar para elaborar el típico alimento.

Un viejito presente en la asamblea, expuso que él era fiel a las tradiciones y por lo tanto limito su cultivo a “Píldoras del Doctor Ross” que aún conservaba en su casa. Pero, todos sus animales  al día siguiente andaban como patos locos por toda la casa….evacuando sin parar.

Yo sembré Lasix,  dijo otro, y mis animales no paran de mear….inundaron todo el sembradío.

El último en intervenir, un viejo verde que se la tira de galán. Dijo, muy emocionado, que se dedicó a cultivar “Viagra”…sembré mi campo de pastillitas azules y para mi sorpresa, el perro de la casa quedo ¡Tieso!