Los tres estudiantes de la Universidad Católica del Táchira (Ucat), que desde hace varios días se mantenían en huelga de hambre en demanda de la libertad de los llamados presos políticos, así como otro compañero de estudios que los apoyaba en el área de logística, se intoxicaron luego de beber agua supuestamente contaminada y fueron hospitalizados de emergencia. A ellos se suma un paramédico de Protección Civil-Táchira que acudió al llamado de ayuda y fue afectado tras inhalar el líquido almacenado en una botella, publica La Nación.
La emergencia tuvo lugar este lunes poco antes del mediodía, cuando los tres huelguistas: Fernando Márquez, Yosmir Sánchez y Edward Chacón, comenzaron a sentir los primeros síntomas, tras ingerir, un poco más temprano, agua que una mujer les había donado la noche anterior, en botellas que se supone, estaban selladas.
Informaron sus compañeros que los bachilleres comenzaron a sentir náuseas, dolores abdominales, diarrea, además babeaban, entre otros síntomas, que según algunos aseguraron, incluía vómitos de sangre.
Al momento que fueron atendidos por efectivos del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal, que al mando del sargento Ramiro Rincón y Jorge Ramírez acudieron a las afueras de la Ucat para asistirlos, los muchachos estaban deshidratados, uno de ellos en estado de inconsciencia, por lo que el traslado fue urgente hacia el Hospital Central, donde recibieron atención médica.
Minutos más tarde, en una ambulancia de Protección Civil-Táchira, fue ingresado a la sala de emergencia de este mismo hospital otro estudiante, Edner Gil Guerrero, quien pese a no estar en huelga de hambre, sí asistía en la parte logística a los huelguistas, y probó de la misma agua, aunque en menor cantidad.
Pasado el mediodía, se conoció que el paramédico de Protección Civil–Táchira, Dixon Gómez, quien había trasladado al último estudiante al centro asistencial, también presentó mareo y náuseas, luego de solamente inhalar el agua de una de las botellas que ingirieron los universitarios.
Ante esta situación, el director de Protección Civil Táchira, Yesnardo Canal, señaló que también solicitarían una investigación para determinar con qué tipo de sustancia o químico pudieran haber contaminado el líquido.
A Gómez y a los cuatro universitarios los trasladaron a varias clínicas, ante el rumor que se corrió en el sentido de que la policía podría llevárselos detenidos.
Ante los también rumores de que los huelguistas habían sido envenenados con el agua, en la cuenta oficial del Hospital Central de San Cristóbal, escribieron: “Médicos no pueden asegurar que fueron envenenados #UCAT se hace necesario practicar otros exámenes”.
Diez botellas de agua donadas
Por su parte, la estudiante de la Ucat, Escarlet Zerpa, quien manifestó haber probado el agua y sentía leves síntomas similares a los de sus compañeros, explicó que las 10 botellas fueron donadas por una mujer, en horas de la noche del domingo, luego de que pasara gran parte de la tarde acompañando a los huelguistas.
Dijo que el agua sabía “como cuando se deshace una pastilla en ella, y también tenía un sabor como a cloro”. Las botellas de agua, algunas vacías, otras llenas, fueron colectadas por los estudiantes de la Ucat, que aseguraron solicitarán que su contenido sea analizado.
Pablo Parada, también estudiante de la Ucat, señaló: “hacemos responsable al gobernador del estado de lo que pueda pasarle a nuestros compañeros que estaban en huelga de hambre. Para nadie es un secreto que somos la piedra en el zapato para este Gobierno, que no quiere ningún tipo de protesta pacífica en el estado. Pero el gobernador siempre vive amenazando a los estudiantes. Nosotros nos estamos enmarcando en la Constitución para hacer esta manifestación. Tenemos varias noches recibiendo amenazas de sujetos en moto, armados. Estamos cansados de este hostigamiento contra los estudiantes, en vez de estar detrás de los delincuentes para que frenen tanta inseguridad”.
Se dijo que poco después de las 2:00 de la tarde, representantes de la Defensoría del Pueblo se habían trasladado a las distintas clínicas donde estaban ingresados los afectados, a fin de conocer mayores detalles de los hechos.
Miriam Bustos