El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, cumple mañana tres años de encierro en la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió el 19 de junio de 2012, a la espera de ser interrogado por la fiscalía sueca y de que se resuelva su caso. EFE
Tras un largo periodo sin avances significativos, el experto informático tiene ahora motivos para la esperanza después de que la fiscal sueca, Marianne Ny, haya aceptado interrogarlo en la capital británica para evitar que prescriban los delitos que se le atribuyen.
El australiano, cuyo portal WikiLeaks difundió en 2010 comprometidos cables diplomáticos de Estados Unidos, se refugió en la legación tras perder un proceso judicial en el Reino Unido contra su extradición a Suecia, que le reclama por cuatro presuntos delitos sexuales cometidos hace cinco años que él niega y de los que no ha sido acusado.
Assange, que el 3 de julio cumplirá 44 años, fue detenido en Londres en 2010 a petición de Suecia por esos supuestos delitos, si bien él sostiene que es blanco de una persecución política y rechaza viajar a Estocolmo porque cree que de ahí podría ser enviado a EEUU, donde afrontaría la pena de muerte por las revelaciones de su portal.
Las expectativas del exhácker se vieron algo mermadas ayer cuando, según él, Ny anuló una cita previamente acordada para entrevistarle en la embajada, si bien Suecia anunció el lunes que ha cursado la solicitud a Quito y aún no hay fechas para la entrevista.
Según la fiscalía sueca, cuando se reciban los permisos y se pacte la fecha, será la fiscal adjunta al caso, Ingrid Isgren, la que se encargue de los interrogatorios, al tiempo que se extraerá una muestra de ADN de Assange.
El exhácker, padre de un hijo adulto, ha pasado estos tres años en la embajada ecuatoriana en condiciones difíciles, sin acceso a aire fresco y con visitas y ejercicio limitados, lo que asegura que ha repercutido en su salud.
Previamente, había pasado año y medio bajo arresto domiciliario en casa de un amigo en la campiña inglesa, desde su detención en Londres.
Pese a haber recibido asilo político de Ecuador, no ha podido desplazarse a ese país porque el Gobierno británico se niega a concederle un salvoconducto diplomático, alegando razones legales.
Con los últimos movimientos en Suecia, donde el Tribunal Supremo instó a la fiscal a tomar la iniciativa en el asunto, se abre la puerta a que su controvertido caso pueda prosperar.
El proceso sueco ha estado rodeado de polémica sobre la solidez de las denuncias y los motivos de las demandantes, filtraciones a la prensa, sustituciones de fiscales y una reapertura del caso que había sido reducido inicialmente a un delito menor.
Antes de su detención en Londres, Assange fue responsable de una de las mayores exclusivas periodísticas de la historia, al revelar junto con varios diarios internacionales miles de cables estadounidenses que pusieron en jaque a gobiernos de todo el mundo.