La crisis que se vive en el país por el desabastecimiento de varios rubros, afecta por igual a todos los ciudadanos, pero las empresas que prestan servicios públicos las sienten más que ninguno. El precio de un caucho R11 22.5 para un camión compactador está en 125 mil bolívares y cada unidad requiere de 12 de ellos, y para colmo no se consiguen. Hace un año estaban en 11 mil bolívares. El Carabobeño
María Mercedes Arocha, administradora de la empresa Inversiones Rilca, que se encarga de recoger la basura en el norte de Valencia, comentó que tener un camión operativo se ha convertido en un dolor de cabeza por los altos costos. “Tenemos varios cauchos con remiendos porque no conseguimos”.
Arocha comentó que una bomba toma fuerza con todo su aparataje está costando 600 mil bolívares. Hace dos semanas pagó 17 mil bolívares por unas pastas para freno, pero ya subieron a 35 mil, y cada unidad utiliza cuatro. A las 2 am un trabajador de esa empresa va a hacer la cola en Duncan, para comprar una bateria mensual. Señaló que se está haciendo todo lo que está a su alcance para recoger la basura, pero la situación es bastante difícil.
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