El líder opositor venezolano Henrique Capriles destacó hoy recientes acciones de Brasil que muestran que tiene una “visión diferente” sobre la crisis en Venezuela, pero le pidió a la presidenta Dilma Rousseff subir “el tono” tras casos como el de los senadores brasileños que estuvieron el jueves en Caracas.EFE
“Hace cuatro años era imposible hablar con el embajador de Brasil. Él tenía orden para no hablar con la oposición. Después de las protestas de 2014, los cancilleres de Unasur vinieron a Caracas y el canciller Luiz Alberto Figueiredo dijo que había sido instruido por la presidenta a conversar a solas conmigo”, contó Capriles en una entrevista concedida al diario Folha de Sao Paulo.
De acuerdo con el político, quien actualmente es el gobernador del estado de Miranda, en su encuentro con el entonces ministro de Exteriores de Brasil le presentó un relato de la situación, “para que ella (Rousseff) no tuviera sólo la versión del Gobierno”.
Y “en la última reunión de cancilleres y oposición, en marzo, el Gobierno vetó mi participación. ¿Saben quién me puso adentro? Fue Brasil. ¿Hay entonces o no una visión diferente”, preguntó el líder opositor.
Sin embargo, frente a los hechos del jueves en los que una delegación de senadores brasileños que pretendía entrevistarse con políticos venezolanos que están presos fue impedida de llegar al centro de Caracas y los legisladores alegan que fueron víctimas de actos hostiles, Capriles pidió que Rousseff “eleve el tono”.
El Gobierno de Brasil lamentó la noche del jueves por medio de una nota oficial divulgada por la Cancillería los incidentes ocurridos durante la visita y afirmó que “son inaceptables los actos hostiles contra parlamentarios brasileños”.
El viernes, la Cancillería brasileña convocó a la embajadora de Venezuela en Brasilia, María Lourdes Urbaneja, y el ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, pidió esclarecimientos a su homóloga venezolana, Delcy Rodríguez, sobre el incidente con el grupo de senadores brasileños que estuvieron el jueves en Caracas.
Venezuela, por su parte, negó haber obstaculizado la visita al país del los senadores y acusó a “grupos de la derecha nacional e internacional” de intentar construir una “maniobra mediática a partir de mentiras”.
La cancillería venezolana atribuyó el bloqueo durante varias horas de la autopista que une el aeropuerto de Maiquetía con Caracas al “volcamiento de una gandola (un gran camión con remolque) cargada con sustancias inflamables”.
Los incidentes registrados en Caracas han causado revuelo durante los últimos días en el Congreso brasileño y, ante ello, la Cámara de Diputados aprobó el jueves de urgencia una moción de censura contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
Para Capriles, el incidente “es la cara del Gobierno, que manda personas a gritar contra los adversarios. Pero esta vez se pasó de los límites. Fue absurdo y siento vergüenza”.
“La delegación vino en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña, lo que demuestra cómo funcionan las instituciones en Brasil. Aquí sería imposible que parlamentarios opositores viajaran en un avión de la Fuerza Aérea”, apuntó Capriles, quien afirmó que el incidente “fue una orden directa del Gobierno” del presidente Nicolás Maduro.
De otro lado, Capriles negó que no haya visitado en prisión a Daniel Ceballos y Leopoldo López, otros líderes de la oposición, como alegó la esposa de este último, Lilian Tintori.
El gobernador venezolano, según publicó en su perfil de la red social Twitter el senador brasileño Aloysio Nunes -quien integraba la comitiva que viajó Caracas- tenía previsto encontrarse con los legisladores, diferente de lo que dijo el asesor especial de Asuntos Internacionales de la Presidencia de Brasil, Marco Aurelio García.
“El encuentro con Capriles estaba, sí, en agenda para las 18.00 horas (del jueves). Y sólo no se dio en razón de la agresión tele-guiada por el Gobierno de Maduro que mereció, además, una viva reprobación del gobernador Capriles”, señaló Nunes.