Al fin el CNE se dignó a darle al pueblo venezolano una fecha cierta para las elecciones parlamentarias de este año. Serán el 6 de Diciembre. Una fecha que circulaba desde hace algún tiempo, pero que las damas rojo-rojitas del CNE no terminaban de hacer oficial a la espera de las directrices de sus jefes de los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Cosas de la no división de poderes en un país.
Ahora el paso más importante es dar la pelea por las mejores condiciones electorales posibles que nos permitan acudir a este evento de una manera neutral para todas las partes. Algo que, ya sabemos de antemano, será imposible de lograr en un 100%.
Hay algunos aspectos del evento electoral que por su complejidad eminentemente técnica no se ven, pero que resultan de suma importancia para el resultado final. Los que saben de esto se están ocupando.
Pero más allá de estas, en mi opinión hay dos condiciones políticas claves.
La primera condición es que estas elecciones cuenten con una observación internacional de calidad. No se trata de un cómodo y permisivo “acompañamiento”. Esto es lo que hemos tenido en los últimos procesos electorales. En especial a través de UNASUR, una organización que lleva el sello del chavismo y que es tutelada en buena medida por el gobierno venezolano.
Una ‘observación internacional calificada’ es otra cosa. Se trata de que organismos de mayor entidad, como por ejemplo la OEA, participen. Su Secretario General, Luis Almagro, ya se ha ofrecido para tal fin, ofreciendo los servicios del organismo para que se cumpla con todos los requisitos necesarios de una observación internacional seria, como debe ser en procesos electorales tan dudosos como el venezolano.
A la OEA se deben sumar otras organizaciones: la ONU y la Unión Europea. La oposición venezolana está haciendo estas exigencias, a sabiendas que la trampa ha sido una de las características típicas de los procesos electorales realizados en la etapa chavista.
Inclusive el Rector del CNE Luis Emilio Rondón ha opinado que se debe ampliar el número de organismos internacionales que visiten Venezuela para las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.
La segunda de las condiciones claves que deben exigirse – y cumplirse – es la prohibición de cadenas, publicidad gubernamental, inauguración de obras públicas y anuncio de inversiones públicas durante la campaña electoral.
El CNE decidió que la campaña electoral solamente durará 2 semanas. Esto le da una ventaja muy seria al oficialismo, por cuanto a la oposición le aplicarán rígidamente esta limitación, pero ya sabemos que el gobierno tendrá la cabuya suelta.
Abusando de los medios del estado y también de los privados, este régimen se ha caracterizado por violar la Constitución Nacional las veces que ha querido convocando cadenas y haciendo publicidad gubernamental.
Por ello, la prohibición de cadenas y publicidad para el régimen, además de las 2 semanas señaladas, debe incluir los 3 meses antes del inicio de la Campaña electoral oficial. Es decir, que hasta mediados de Agosto el régimen podría hacer publicidad y le estaría prohibida durante los meses de Septiembre, Octubre y Noviembre.
La organización Ciudadanía Activa desarrolló hace más de 2 meses un documento sobre las Garantías y Condiciones Electorales. Esta es una muy buena guía para las exigencias de la oposición.
Por ahora, el marcador nos indica: Fecha 1, Condiciones 0.
Lo que corresponde ahora es pelear por estas.