Pedro Cárdenas es taxista. La empresa textilera donde venía trabajando desde hace 15 años bajó las santamarías y optó por aferrarse al volante “para llevar el pan a la casa”. En ese oficio tiene un año. Pero hace dos meses tuvo que parar. Dos cauchos quedaron inservibles. El carro no estaba asegurado (“porque mis ingresos no me dan para pagar lo que cuesta eso”) y cada neumático le sale en 60 mil bolívares, reseña Efecto Cocuyo.
Erick Lezama Aranguren/@ericklezama1
“Es lo más barato que he encontrado. Son cauchos importados, porque no hay nacionales. Una fortuna para mí. Le pedí dinero a un prestamista. Prefiero pagar los intereses que continuar con el carro parado”, dijo.
Lo que le angustiaba al señor Cárdenas es que es el único sustento de su casa. “Mi esposa tiene una discapacidad y no trabaja. Tenemos tres hijos adolescentes, que solo se dedican a estudiar. La gente dice que los taxistas cobramos mucho, pero mira lo que me están costando los cauchos nada más”.
Ricardo Martínez tampoco tiene su vehículo asegurado, y también está parado porque uno de los cauchos está espichado. “Yo no tengo dinero, y cada vez están más caros”. Manuel Gallardo y Carlos Rivera también son taxistas y, convencidos de que mejor es prevenir que lamentar, han optado por ahorrar durante meses para comprar los neumáticos.
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