Cuando el comisionado británico ante el Comité de la ONU para los Derechos Humanos, Nigel Rodley, dijo que no podía entender como un tipo que preside nada menos que la Asamblea Nacional de un país, se permite ser conductor de un programa de televisión que lleva por nombre “Con el mazo dando”, a través del cual –yo agregaría- este funesto personaje de nuestra política doméstica ataca, de la manera tan grosera como lo hace, a mucho más de la mitad de la población a la cual declara su enemiga, algunos pensarán que se trata de una situación que en nuestro país aceptamos como “normal”; pero no, amigo Rodley, los venezolanos estamos perfectamente conscientes del virus que actualmente afecta a esta digna nación que se dispone a la ansiada profilaxis en la dirigencia de los organismos de poder de Venezuela, así de sencillo.
Ustedes en el calificado organismo intergubernamental, han tenido la oportunidad de corroborar la situación que soportamos los venezolanos, sometidos a un régimen de inspiración totalitaria, y sustentado por funcionarios o funcionarias como la señora, Luisa Ortega Díaz, Fiscal General de la República Bolivariana de Venezuela, con las que le correspondió compartir una mesa de discusiones en relación con las reiteradas denuncia sobre violación de los más elementales derechos humanos en nuestro país. Qué bueno sería si tuvieran la oportunidad de conocer otras perlitas como nuestra ministra de cárceles, a quien apodan “fosforito” e incluso a quien desde el máximo organismo electoral, Tibisay Lucena, trata de imponer no su voluntad propiamente dicho sino la de quien se tiene como el “chivo que más mea” dentro de las filas del chavismo, el capitan Diosdado Cabello; ese mismo que, con su “mazo”, mantiene su permanente amenaza contra todos quienes expresen ideas contrarias a la forma como se maneja en la actualidad los destinos del país y contra los defensores de los derechos humanos, a quienes persiguen y espían incluso cuando acuden ante organismos internacionales a llevar las denuncias que no prosperan en las instituciones del Estado venezolano llamadas a cumplir su función de procesar y sancionar los atropellos contra la humanidad de las personas que se atreven a mostrar inconformidad con las atrocidades que aquí se cometen. Ustedes las conocen, porque tenemos conocimiento que allá a la ONU y a otras organizaciones gubernamentales y no gubernamentales de todo el mundo, llegan las informaciones sobre el proceder tanto de la Fiscalía como de la mal llamada Defensoría del Pueblo.
También en Brasil conocen de nuestros padecimientos y angustias, a través del grupo de senadores de ese país que evidenció como la irracionalidad promovida por este régimen violento-teatral, atropella a los venezolanos e impide el acceso a los lugares donde se reclama respeto a los derechos humanos y civiles de nuestros dirigentes y de toda nuestra gente en general.
Y qué se diga, de los europeos, donde uno de sus más populares ex presidentes, Felipe González, fue maltratado en nuestro país por intentar un asesoramiento técnico a uno de nuestros presos políticos, cosa que además impidieron, como también lo han hecho contra ex mandatarios de diversas naciones del mundo que han levantado su voz solidaria con nuestro pueblo para exigir justicia.
Por eso le repito amigo Rodley, como le digo a todas las figuras e instituciones del mundo que hoy nos brindan su apoyo, no aceptamos esta situación como algo normal ni tampoco somos tan pendejos como para no darnos cuenta de lo que está ocurriendo actualmente en el país, frente a un gobierno que, sabiéndose derrotado en las venideras elecciones que podrán torcer el rumbo de esta historia, inventará las mil manera para impedir este proceso; entre ellas la anulación de tarjetas y postulados y la declaratoria de un estado de excepción, con la rebuscada excusa de denunciar hostilidades por parte de países vecinos, o de una presunta conmoción nacional promovida por la “ultraderecha”
Pero, como ya lo hemos afirmado en anteriores oportunidades, son situaciones que debemos manejar los sectores de oposición con mucho tino, porque estamos enfrentándonos a un adversario malandro que en principio nos cataloga de enemigos, por lo que no hay otro camino que la unidad para darle un vuelco a esta situación.
Y a todos a quienes en el mundo pueda interesar nuestra situación, esperamos que ese apoyo solidario se mantenga ahora y por siempre. Somos parte de esa comunidad internacional que solo desea la paz y vivir en un mundo libre.
Twitter: @ JJMorenoA