Lapatilla
Entre gritos de “¡Que viva el papa, que viva el papa!”, Francisco llegó al santuario de El Quinche, donde cumplirá la última actividad de su visita a Ecuador antes de partir hacia Bolivia.
Fue recibido por una multitud que lo vitoreaba, aplaudía y que prácticamente bañó con pétalos de rosa el papamóvil.
A su arribo, el pontífice recibió un ramo de rosas, uno de los principales cultivos de esa región, y luego avanzó ante la virgen de El Quinche para orar.
En el santuario, a unos 50 kilómetros al este de la capital ecuatoriana, Quito, el papa se reunirá con unos 6.500 sacerdotes y seminaristas. AP