María Corina Machado constató este jueves y viernes el drama que viven los habitantes del Alto Apure, luego del desbordamiento de los ríos Sarare y Arauca, que provocaron inundaciones y afectaron a más de 40 mil personas. Durante un recorrido por los sectores 23 de Mayo, Barra Vieja, La Manga del Río y Los Almendros de Guasdualito, resaltó que esa situación de emergencia es la radiografía de la crisis humanitaria provocada y acelerada cada día por el régimen de Nicolás Maduro.
“Esta tragedia tiene responsables y es la demostración de que la crisis humanitaria ya está en Venezuela y se acelera cada día”, afirmó la líder de Vente Venezuela, quien recordó que desde el año 2003 se ha advertido sobre la necesidad de reforzar los diques que rodean a esta población de Apure.
La diputada se preguntó qué pasó con el supuesto compromiso que expresó en su momento Hugo Chávez con los ciudadanos de Guasdualito, los mismos que hoy son víctimas de esta emergencia.
“Doce años después, aquí está la tragedia. Es la misma crisis que explica la muerte de los bebés en los hospitales, de las madres amaneciendo en colas kilométricas por poca comida y la de los jóvenes despidiendo a sus amigos y familiares en Maiquetía y en los cementerios. Eso se llama irresponsabilidad, indolencia”, denunció.
Machado detalló que debe construirse el puente desde Puente El Remolino hasta el Puerto Santos Luzardo, para lo cual fueron aprobados 4 millardos de bolívares, en 2003, y luego 60 millones de bolívares fuertes para su reforzamiento.
En Guasdualito, los ciudadanos están al tanto de esta situación y pidieron a la asambleísta denunciar en toda Venezuela la indolencia de las autoridades. Ella les dijo: “El dolor de Guasdualito es el de toda Venezuela, pero no están solos y en las próximas horas divulgaremos un plan bien diseñado para asistir a quienes no han asistido”.
“Le echan la culpa a otros”
María Corina Machado recorrió Guasdualito junto a la alcaldesa del municipio Páez de Apure, Lumay Barreto, acusada por voceros del régimen como la responsable de la falta de mantenimiento de los diques, a pesar de su destitución ilegal como mandataria local. Asimismo, le acompañaron siete médicos venezolanos que estarán en la localidad durante los próximos días, para ayudar a las personas afectadas; la dirigente estudiantil y ahora candidata a diputada Gaby Arellano y el coordinador nacional de activismo de Vente Venezuela, Winston Flores.
“Lo que estamos viendo en Guasdualito hoy, como todas las tragedias y dramas que está viviendo el país, ha tenido la respuesta esperada del régimen, que es echarle la culpa a otro; ahora le están echando la culpa al clima y a Lumay. Lluvias ha habido siempre en Venezuela, lo que no ha habido es responsabilidad”, sostuvo Machado.
Lumay Barreto también confirmó esta persecución. “Han venido el vicepresidente de la República, los gobernadores y los ministros y descaradamente dicen que la única responsable de que los diques cedieron es Lumay Barreto, porque ni siquiera asumen la responsabilidad de lo que está viviendo este pueblo”, dijo.
La alcaldesa de Guasdualito se preguntó cómo es posible que en una población de 70 mil habitantes, donde hay más de 40 mil afectados por las inundaciones, no se atienda debidamente a la mayoría.
Por su parte, la coordinadora nacional de Vente Venezuela dijo no comprender la manera en que está operando la Guardia Nacional, en lo que a distribución de alimentos se refiere. “¿Por qué si toda Venezuela está donando, a través de distintas organizaciones, aquí la Guardia Nacional retiene todo y lo lleva al Teatro de Operaciones?”, fue su cuestionamiento.
El Guasdualito que viene
“Debemos pensar en el Guasdualito que viene. Muchos dicen que la recuperación tardará mucho tiempo, pero se equivocan”, expresó María Corina Machado a los habitantes de la capital del municipio Páez.
Explicó que su visita al Alto Apure responde a su responsabilidad como diputada a la Asamblea Nacional y a la necesidad de ver, con sus propios ojos, lo que sufren y necesitan los habitantes de esa localidad.
“Vine aquí a constatar directamente lo que sucede en Guasdualito y San Cristóbal, para que Venezuela lo sepa y todos podamos ayudar en la forma segura y evitar que nuestras donaciones vayan a parar a manos de inescrupulosos que terminan vendiéndolas. Vienen más desafíos. Bajan las aguas, pero quedan los problemas”, agregó la opositora.
La tragedia no distinguió rostros
La emergencia en Guasdualito no distinguió entre los afectados. La misma alcaldesa Lumay Barreto perdió parte de sus pertenencias y su residencia permanece sin servicio eléctrico. A todos, sin exclusión, la emergencia los tomó por sorpresa.
Barreto se quejó porque “aquí no se le ve movimiento al gobierno regional para descontaminar la zona”. Agregó que “no hay apoyo con agua para que laven las casas y les están repartiendo los alimentos graneaditos”.
La gente también le narró a María Corina Machado todos los detalles de la tragedia: desde cómo el agua invadió sus casas (muchas, hasta la altura de las ventanas) hasta cómo varios personeros del régimen, además de no prevenir que las inundaciones ocurriesen, ni siquiera han visitado la zona, no han anunciado acciones para enfrentar la emergencia y hasta han llegado a vender los donativos, con presencia y licencia de efectivos de la Guardia Nacional.
Movilizarse por las calles de Guasdualito es otra odisea. Son los vecinos quienes arreglan las vías y eso se constató en la carretera de El Nula, donde una anciana trataba de reparar el trayecto “porque aquí no llega el gobierno”.
Marilú, otra señora consultada durante el viaje, contó que debió irse con su hijo a la casa de su mamá porque ha recibido poca comida y ni siquiera tienen acceso a bancos.
Debe privar la solidaridad
La delegación de médicos que llegó a Guasdualito junto a María Corina Machado realiza visitas a varios hogares donde se reportan casos de personas con enfermedades y deshidratación. Los galenos han encontrado posibles casos de chikungunya y dengue; además, resaltan el hacinamiento en el que muchos apureños viven, debido a que varios miembros de una misma familia han tenido que irse a vivir a la casa del familiar con el hogar menos afectado.
El hacinamiento, de acuerdo con el médico Aníbal Gauna, aumenta la probabilidad de contraer infecciones y de que el dengue y el chinkungunya se propaguen con rapidez.
“En las afueras de Guasdualito hay refugios para varias familias. La solidaridad se ha visto de parte de los mismos habitantes del pueblo, pero no tenemos un apoyo del gobierno; han maltratado a los habitantes. Les tiran la comida, los ofenden”, explicó la alcaldesa Lumay Barreto.
En este sentido, Machado llamó a los venezolanos a ser solidarios con los habitantes de la localidad y a tener plena confianza en que juntos se superará pronto la emergencia.
La dirigente dijo ser consciente de la angustia que padecen los ciudadanos de Guasdualito. Nadie logra conciliar el sueño, sabiendo que en cualquier momento el agua puede volver a entrar a sus casas.
Desde el municipio Páez se solicitan, entre otras cosas, hidrojets y productos de limpieza para asear las zonas más afectadas. También se requieren camiones para que la gente pueda mover sus pertenencias, agua potable, medicinas: suero oral, Acetaminofén (tableta y jarabe), Diclofenag (gotas pediátricas), Salbutamol (gotas para nebulizar), soluciones endovenosas (solución 09 y 045) con macrogotero y yelco, mosquiteros.