Las fuerzas de seguridad mexicanas llevan a cabo un amplio despliegue para capturar al capo del narcotráfico Joaquín “El Chapo” Guzmán, fugado del penal Altiplano I (Estado de México, centro) mientras 18 guardas de esa cárcel son interrogados, informó una fuente oficial.
El titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, reveló en rueda de prensa que, al descubrirse la huida, se activó la “alerta roja”, que implica, además de reforzar “la seguridad perimetral” del recinto, el establecimiento de “puntos de revisión en las principales vías de acceso a los asentamientos, municipio y estados vecinos”.
También se han suspendido las operaciones “no revisadas” en el aeropuerto internacional de Toluca, la capital del estado y que está a 25 kilómetros del presidio, y “18 elementos de diversas áreas del penal están siendo trasladados” a Ciudad de México “para ser interrogados”.
Las fuerzas desplegadas para dar con el paradero del fugitivo realizan controles de vehículos en la zona y se ha activado “un equipo técnico de vigilancia aérea”, según Rubido.
Precisó que en la cárcel “se suspendió la entrada y salida de personas”.
Además, agregó, “el personal que estaba en funciones no podrá abandonar el penal y el turno que lo revelaría no tendrá acceso al mismo”.
La cárcel Altiplano I, en la que Guzmán se encontraba desde febrero de 2014, es una prisión federal ubicada en Almoloya de Juárez, en el estado de México, a unos 90 kilómetros de Ciudad de México.
Rubido explicó que él mismo en persona se trasladó hasta allí con el titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), Felipe de Jesús Muñoz, “a fin de que la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) tomara el control para iniciar las investigaciones correspondientes”.
“Se continuará informando conforme avancen las investigaciones correspondientes”, concluyó Rubido.
Minutos antes, en la misma comparecencia, Rubido había informado de que Guzmán se escapó por un túnel hasta un domicilio ubicado a 1,5 kilómetros de distancia, fuera del penal.
En la celda del fugitivo se encontró “un hueco de 50 por 50 centímetros y 1,5 metros de profundidad que comunicaba con un conducto vertical” de unos 10 metros y éste a su vez con el túnel, que contaba con una motocicleta para extraer la tierra mientras se excavaba.
Es la segunda vez que Guzmán se escapa de una cárcel de máxima seguridad, después de huir de la de Puente Grande, en la ciudad de Guadalajara (oeste de México) en enero de 2001. EFE