Este viernes, poco antes del mediodía, paramilitares de Los Urabeños y Los Rastrojos reanudaron el enfrentamiento a tiros que comenzaron el jueves en la mañana en adyacencias del sector La Cooperativa, en Guarumito, municipio Ayacucho, estado Táchira, en el marco de la disputa que ambos grupos irregulares mantienen por el control del territorio, publica La Nación.
Tal como lo informó el jueves el general José Morantes Torres, jefe de la Zodi-Táchira, un grupo de efectivos del Ejército adscrito a la 25 Brigada de Infantería Mecanizada Valdez, al mando de su comandante, general Augusto Bermúdez, se movilizó hasta el sector en conflicto, en respuesta al clamor de los vecinos, se internaron en la zona montañosa y el enfrentamiento cesó, pero se fueron y el problema continuó.
Vale destacar que en esta incursión del jueves por parte de los militares, en plena vía retuvieron un vehículo Toyota, Hilux, placas A37AB8B, perteneciente a una mujer de 35 años de edad, en el que se incautaron de 2 mil 427 cartuchos de distintos calibres para armas largas, tales como: 7.62x51mm; 7.62x39mm y 5.56mm; así como más de 50 vainas percutidas de diferentes calibres; además de prendas camufladas con distintivos de los grupos paramilitares que operan en esa parte del Táchira.
El sujeto que conducía la camioneta logró escapar entre la espesa maleza, al dejar abandonado el vehículo, una vez se percató de la presencia militar. Hubo una persecución pero no lograron aprehenderlo, se fugó por la parte posterior de La Cooperativa; pero, es de suponer que intentaba abastecer de municiones a alguno de los dos bandos en disputa.
Este viernes incluso se dejaron escuchar morteros en medio del enfrentamiento, artefactos explosivos que causaron aún más zozobra entre los vecinos afectados, que los confundieron con granadas.En cuanto a la nueva situación bélica que debieron soportar los habitantes de La Cooperativa, se dijo que tuvo lugar entre los sectores El Hito 3 (Colombia) y El Paraíso, parroquia Rivas Berti, municipio Ayacucho.
Sin embargo, cada vez que las autoridades se acercan al área, los delincuentes dejan de disparar y se esconden; y es que a lo largo de la vía que conduce a Guarumito los paramilitares cuentan con colaboradores, informantes o “moscos”, que les avisan o les advierten de la presencia policial o militar.
Añadió que además de un patrullaje constante y efectivo, la instalación en un sitio estratégico de una especie de base militar sería una solución a corto plazo, que mantendría al margen a estos grupos generadores de violencia, y a la larga se verían obligados a emigrar de esa área. (Miriam Bustos)“Mientras no controlen esta situación, el problema seguirá en Guarumito. Todos saben, incluyendo el Ejército, que estos grupos permanecen desde hace mucho tiempo en esta zona, que se pasan del lado colombiano y se esconden en el monte cuando ven a los militares o policías pasar. Porque resulta que nuestras autoridades sí saben que ellos están ahí, cerca del eje fronterizo, pero no se meten a buscarlos. No sabemos por qué no hacen algo de una vez por todas. Aquí las autoridades venezolanas ni siquiera patrullan, solamente se limitan a pasear por los caminos reales”, denunció un vecino del sector, que aseguró estar cansado de soportar la situación.