El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha optado por una remodelación de Gobierno limitada, que se ha consagrado con la jura de los nuevos ministros y que excluye a los miembros disidentes respecto al acuerdo, para así ganar estabilidad interna.
Los cambios se han centrado en sustituir al ministro de Energía, Panayotis Lafazanis, y los cuatro ministros adjuntos que votaron en contra del paquete de medidas pactadas con los acreedores en la votación del Parlamento el miércoles pasado.
Así, Lafazanis es sustituido por Panos Skurletis, uno de los estrechos colaboradores de Tsipras, que deja la cartera de Trabajo en manos de Yorgos Katrúgalos, quien hasta ahora dirigía un viceministerio.
La destitución de Lafazanis era uno de los cambios esperados, pues es representante de la Plataforma de Izquierda, la corriente más radical dentro de Syriza, opuesta a la aplicación de políticas de austeridad.
En una entrevista publicada hoy en el diario Agorá, Lafazanis afirmó que “la izquierda” ha perdido “su credibilidad y se arriesga a perder su propia alma”.
El exministro sostiene que Syriza no debe aceptar y aprobar el nuevo programa de rescate y que si persiste en este objetivo, se plantea unirse a otro partido, aunque afirma que, por el momento, continuará luchando en las filas de su partido para defender “los grandes principios y valores y la orientación antimemorando (programa de rescate)”.
Por otro lado, la remodelación incluye a un nuevo ministro adjunto perteneciente al socio de coalición, el nacionalista Griegos Independientes.
Se trata de Pavlos Jaikalis, un actor cómico sin experiencia política que será el nuevo ministro adjunto de Seguridad Social.
Un gesto que se ha interpretado como recompensa a la fidelidad de Griegos Independientes, que a pesar de haber expresado sus reservas acerca de la idoneidad de las reformas, votó en bloque a favor del principio de acuerdo.
Este nuevo puesto se suma a los seis que tiene la formación, todos viceministerios menos el ministerio de Defensa en manos de su líder, Panos Kamenos.
Con esta reforma Tsipras pretende cohesionar el Ejecutivo de cara a conseguir llevar a cabo las negociaciones sobre un tercer rescate con los acreedores, un acuerdo que el primer ministro ha calificado como su prioridad inmediata.
Tsipras ha asegurado que seguirá gobernando en minoría hasta cerrar el acuerdo definitivo para un tercer programa, pero después de haberlo logrado puede que sea el turno de nuevas elecciones, como ha apuntado el ministro del Interior, Nikos Vutsis, quien incluso habló de septiembre u octubre como posibles fechas.
La portavocía del Gobierno también se ha renovado y pasa a manos de una mujer, Olga Yerovasili, quien, preguntada a su llegada al palacio presidencial si el Gobierno es temporal, respondió que no se puede “predecir hoy”, pues el “tiempo político es complicado” y todo dependerá de la “evolución” de los acontecimientos.
“Somos plenamente conscientes de lo que sucede. Tenemos plena conciencia del mal acuerdo y de sus difíciles medidas”, dijo Yerovasili, que destacó que el Ejecutivo “apuesta por medidas compensatorias” que apoyen “a los medios y bajos estratos sociales y económicos”.
Antes de la votación, la mayoría de ministros y ministros adjuntos ha coincidido en que el país afronta tiempos “difíciles” y ha mostrado su intención de colaborar en los esfuerzos del Ejecutivo izquierdista.
El Parlamento se reúne de nuevo el próximo miércoles para votar el segundo paquete de medidas que incluye la Ley de Enjuiciamiento Civil y la trasposición de la directiva sobre reestructuración y resolución bancaria, también a raíz del pacto sellado en Bruselas a principio de semana. EFE