En septiembre arranca un nuevo año escolar, el 2015-2016 y desde ya padres y representantes están pensando cómo estirar el salario mínimo para cubrir no solamente lo correspondiente a la canasta básica familiar sino también a uniformes y útiles escolares.
La diputada al Consejo Legislativo del estado Aragua (Clea) Betsy Bustos, conminó al gobierno a explicarle al país “¿Cómo vamos a costear uniformes y útiles escolares con un salario mínimo de Bs 7.421,67 bolívares?”
“Nuevamente vemos cómo se nos hace cada vez más difícil afrontar el costo de la vida. La canasta básica en Venezuela está por encima de los Bs. 50 mil ¿Cómo hace una familia que devenga un salario mínimo para poder soportar estos gastos? Un pantalón cuesta Bs 3.000, una franela chemise cuesta Bs. 2.500 promedio y un par de zapatos escolar está por encima de los Bs. 8.000”, sin contar el uniforme deportiva que incluye mono y franela blanca, aseveró la dirigente regional de Primero Justicia en el estado Aragua.
La mayoría de las familias venezolanas tiene más de un integrante en edad escolar. Al gasto de los uniformes hay que sumarle el de los útiles escolares, que depende del grado de escolaridad y el de la merienda o mesada que se le da a cada niño o adolescente.
Bustos se manifestó sorprendida por el alto costo de la vida “¿Cómo una madre alimenta a sus hijos en formación si no consigue los productos necesarios que le garanticen el aporte energético y proteico acorde a cada edad? ¿O en el peor de los casos cuando los ubica no puede adquirirlos por lo elevado de su precio?”, se preguntó.
Este fin de semana, la dirigente política y también madre de familia recorrió los supermercados intentando adquirir productos de primera necesidad. “No solamente no los conseguí sino que lo poco que hay está excesivamente caro. Medio kilo de caraotas rojas oscila entre Bs. 500 y Bs. 600; la carne y el pollo regulados brillan por su ausencia y un kilo de cualquiera de estas proteínas supera los Bs. 1.000; un cartón de huevos ya ronda los Bs. 600 y ni hablar del precio de los quesos y embutidos”.
El salario mínimo diario del venezolano es Bs. 247,38 y una lata de atún supera con creces los Bs. 250.
“No me cabe duda de que este gobierno vive en el país de las maravillas. Para ellos nada está mal y todo funciona a pedir de boca. Pero es que la realidad de ellos es distinta a la del venezolano común, pues quienes dirigen el país están rodeados de lujos y gastan nuestros recursos a manos llenas. Ninguno de ellos gana salario mínimo y muchos están metidos en el guiso de las importaciones con dólar a Bs. 6,30. Por eso es que no les conviene fomentar la producción nacional porque se les cae el negocio redondo”.
La parlamentaria aragüeña llamó a todos los venezolanos a la reflexión y les pidió pensar en el país y aspirar a algo mejor. “Sabemos que a los enchufados nos les interesa el país, a ellos sólo les concierne mantenerse en el poder y tener sus bolsillos y cuentas bancarias repletas”.
Bustos está segura de que a partir de la escogencia de una nueva Asamblea Nacional con mayoría opositora, se va a comenzar a generar un cambio de modelo. “Primero Justicia lleva más de 5 años proponiendo la aprobación de la Ley de Impulso a la Producción Nacional, con incentivos claros para los productores nacionales que permitan llenar nuestros anaqueles con productos Hecho en Venezuela. Sólo con mayor producción podemos combatir el flagelo de la inflación y la escasez”.
Una Ley de Producción Nacional obligaría al gobierno a invertir en la producción local en vez de beneficiar a los productores de otros países. “Este gobierno que se dice patriota y nacionalista, fomenta el empleo y el desarrollo económico en otros países, mientras en Venezuela solo genera hambre, pobreza, escasez, desempleo y violencia”.
El pabellón venezolano dejó de ser nacional pues la carne viene de Uruguay, el arroz de Guyana y las caraotas de Nicaragua “¿A qué está jugando el gobierno? A la guerra económica desatada por ellos mismos”.
“Seguimos trabajando para generar el cambio en el país a partir del 6 de diciembre. La nueva AN tiene que discutir y aprobar leyes que impulsen el Hecho en Venezuela, leyes que beneficien a los venezolanos y no a los extranjeros”.
Miedo a la oposición
Nuevamente Bustos fue consultada en torno a las inhabilitaciones políticas que viene haciendo el gobierno nacional a través de la Contraloría General de la República.
“El gobierno demuestra con estas medidas que le tiene miedo a la oposición. El gobierno sabe que el país entero está molesto porque no hay políticas públicas que se traduzcan en calidad de vida para todos y que la gente le va a pasar factura en las parlamentarias. Por eso, faltando pocos meses para las elecciones, ordena a la CGR inhabilitar a candidatos a la Asamblea Nacional por cosas insignificantes ¿Por qué no inhabilita a tanta gente que está en cargos públicos que han sido rotados de un lado a otro porque no han dado la talla o por manejos sospechosos?”, se preguntó.
Para finalizar manifestó que el gobierno persigue a líderes de la alternativa democrática que han logrado hacer conexión con la gente. “Vemos cómo inhabilitaron a Richard Mardo aquí en Aragua porque Richard ha generado acercamientos importantes con la población más necesitada. Tenemos el caso de María Aranguren en Monagas, de María Corina Machado en Miranda, de Enzo Scarano en Carabobo, de Daniel Ceballos en Táchira y de Pablo Pérez en Zulia, este último inhabilitado por una década”.
La diputada al Clea dijo que estas inhabilitaciones son inaceptables en un país donde se supone hay libertad de criterio, de opinión y de expresión, “en una verdadera democracia eso es inaceptable”.